REVIEW Cruella: Disney reinventa a la villana en una película para ver
La actriz Emma Stone muestra una faceta nunca vista de Cruella de Vil en uno de los grandes estrenos de Disney Plus para ver
Leo Deangelis
Cruella es la nueva película de acción real de Disney, que se puede disfrutar en el streaming de Disney Plus a través de Premier Access. Protagonizada por Emma Stone, está centrada en la juventud de la villana Cruella de Vil, con una propuesta atractiva en lo narrativo, lo visual y lo actoral, que se atreve a romper esquemas clásicos.
Ambientada en la década de 1970 en Londres, la diseñadora de moda Cruella de Vil se obsesiona con las pieles de los perros dálmatas hasta que se convierte en una leyenda de la moda despiadada y aterradora que intentará vengar su pasado.
El film recupera el ícono de la clásica película animada “101 Dalmatas”, pero reinventa el mito desde otro lugar, contando el origen del personaje y desarrollándolo desde la excelente composición de Emma Stone.
Para ello, el film aborda la trágica infancia de Estella (Stone), el nombre verdadero del personaje, con una niña que queda huérfana y termina uniéndose a dos chicos llamados Jasper y Horace (Joel Fry y Paul Walter Hauser), con los cuales crecerá cometiendo pequeños robos y estafas en Londres en los años ’60.
La historia luego se traslada a la década sigiente donde Estella junto a sus dos compañeros continúan con los delitos poca monta, utilizando distintos disfraces y vestuario diseñados y confeccionados por ella. Pero ella, mientras se siente culpable por la muerte de su madre, sueña con ser una diseñadora de alta costura y consigue su oportunidad en una moderna tienda de Londres.
Una vez en el lugar, nadie apuesta por ella y ve su talento, hasta que hace su aparición la Baronesa (Emma Thompson), la diseñadora más importante de la ciudad, quien quedará impactada por su talento.
Es así que la contrata como diseñadora en su taller y así comienza el sueño de su vida. Pero la Baronesa esconde oscuros secretos y tendrá planes malvados que conducirán a Estella a convertirse en la villana Cruella para enfrentarla, mientras ira descubriendo verdades de su vida, ante el accionar de la narcisista y arrogante antagonista.
En este contexto, en una especie de fusión entre “El diablo viste a la moda” y la Harley Quinn de “Aves de presa”, Estella dará paso a su Cruella de Vil interior y se internará en un camino de sabotajes y engaños para vengar su pasado.
La película propone una reversión de la villana de “101 Dálmatas”, y al igual que ocurrió con Maléfica, derivada de “La Bella Durmiente”, “Cruella” se aleja de su película original. Suponiendo una precuela, la versión de la nueva malvada, partiendo de ese trágico origen, es absolutamente diferente a la conocida hasta ahora.
La Cruella de Emma Stone tiene vuelo propio, tiene un motivo de conversión, y tiene una maldad que se va incrementando en el metraje. La actriz le da forma a una joven advenediza y ambiciosa diseñadora de modas, buscando su lugar en nombre de la alta costura y buscando venganza.
De esta manera, moviéndose entre la villana y la heroína, el personaje va generando empatía a partir del enfrentamiento con su contrincante, con la moda como motor de la ambición, con envenenados diálogos y con muchas malas intenciones.
Es así que se empieza a construir el duelo actoral entre Emma Stone y Emma Thompson, con modos diferentes, en un clásico y atractivo enfrentamiento de protagonistas, muy del estilo Disney, pero atreviéndose a ir un poco mas allá de los convencionalismos.
La protagonista muestra dos personalidades bien diferenciadas. Por un lado, la de Estella, como una joven antiheroína inteligente, de niñez traumática, delincuente pero encantadora, que sueña con aprovechar su potencia creativa en la moda, y por otro, la malvada que surgirá y se apoderará de la trama.
Pero la verdadera villana es la Baronesa von Hellman la inescrupulosa reina de la alta costura del ambiente londinense, que tendrá una historia relacionada a Cruella y a su madre, que ira movilizando la venganza.
El film va creciendo en interés y en ritmo, volviéndose atractivo y entretenido, convirtiéndose en una historia mucho más oscura y algo violenta, mientras la comedia pop también transita su camino, en una audaz propuesta de la compañía.
No faltara el humor de la mano de sus laderos, y dos adorables perritos que acompañaran al trio tanto en los robos como en los planes contra la Baronesa. Por otra parte, es esta película los dálmatas son una mera excusa para atar al pasado con el presente de la protagonista, más allá de algunos momentos divertidos.
Pero, por su parte, la puesta estética y visual impacta y acompaña cada momento narrado. Primero, con un extraordinario diseño de producción, una impecable reconstrucción de época, evocando a una Londres de mediados de los 70 con escenarios que sirven como marco del atractivo relato.
Es en ese mundo londinense inspirado en el punk de Vivienne Westwood, donde se va convirtiendo a Cruella en un ícono punk/new wave que llega para destruir el orden establecido con su diseño innovador.
Como era de esperar también, el vestuario, el glamour, la moda y el diseño, son uno de los puntos más atractivos que posee la película, con impactantes trajes, todo tipo de abrigos afganos, faldas largas y botas con efecto mojado.
De esta manera, el exquisito vestuario, junto al maquillaje, los peinados, y el pelo bicolor de Cruella, no solo convierten la pantalla en una pasarela, sino que también marcan la transformación de la protagonista a lo largo de la historia.
La banda sonora acompaña perfectamente con influencia de rock de los ’70, que incluye canciones de los Rolling Stones, The Clash, Queen, Deep Purple, entre varios otros, que afianzan el tono rebelde y diverso elegido por el director Craig Gillespie.
Ante todo esto, “Cruella” se vale de una atractiva variedad de recursos visuales, estéticos, argumentales, y actorales, para entretener rompiendo con los esquemas de su origen, logrando una de las propuestas más oscuras y audaces de Disney, dejando un tanto de lado aquella vieja escuela.