REVIEW Hotel Equinox Nueva York: un oasis con vistas soñadas

Cuando ingresamos al website del hotel Equinox Nueva York nos recibirá un potente mensaje de bienvenida: «Welcome to the fittest hotel in the world». La propiedad forma parte del primer emprendimiento hotelero de la cadena de gimnasios homónima. Y una vez dentro del moderno, elegante y perfectamente decorado rascacielos, nos encontraremos con un oasis con vistas soñadas desde uno de los barrios más innovadores de la Gran Manzana: Hudson Yards.

Equinox es mucho más que un hotel destinado a los que disfrutan de un buen entrenamiento y una vida saludable.

Su sóla ubicación en el edificio 35 Hudson Yards, justo frente al maravilloso monumento The Vessel, el río Hudson a un costado o The Edge, el observatorio al aire libre más alto del Hemisferio, nos pone a los huéspedes en un lugar de privilegio, en donde el comienzo o el final de cada día se disfrutan de otra manera, con panorámicas imposibles de lograr desde otro lugar de la ciudad.

Podremos ver sin problemas, el One World Trade Center, edificios emblemáticos como el flamante Vanderbilt o el clásico Chrysler, e incluso hasta la Estatua de la Libertad.

El ingreso al hotel nos lleva directo al lobby que se encuentra en el piso 25, que nos direcciona a los cuartos emplazados entre el propio lobby hasta el piso 28.

Las 212 habitaciones, incluidas 48 suites, fueron pensadas como un templo para la regeneración total. Desde la temperatura perfecta, los ventanales completamente insonorizados de piso a techo con impactantes visuales, más equipos para entrenamiento personal, se suman a las camas que utilizan colchones de fibras naturales, que emplean una técnica escandinava de dos edredones para regular la temperatura.

Al que las áreas comunes, la decoración de los habitaciones es elegante y minimalista. Se pueden controlar las cortinas, la iluminación y la temperatura desde un iPad.

Además, como cortesía tendremos café Nespresso o teteras eléctricas, para un momento de relax.

Los huéspedes que se conviertan automáticamente en miembros del Equinox Fitness Club durante su estadía, también tienen acceso al emblemático Equinox Fitness Club de 5.500 metros cuadrados.

Además, se ofrecen clases grupales de gimnasia, pilates privado, entrenamiento personal, piscina cubierta de agua salada, piscinas de inmersión fría y caliente y piscina al aire libre, con una terraza panorámicas con vistas de 360 grados y hasta una escultura del español Jaume Plensa.

En gastronomía cuenta con el bar exclusivo de Stephen Starr, Electric Lemon, con una terraza de más de 700 metros cuadrados que ofrece vistas de Manhattan y el río Hudson desde el piso 24.

El hotel Equinox en Hudson Yards está pensado para un huésped exigente, que sabe apreciar los pequeños y grandes placeres de la vida. No es un establecimiento para cualquiera, porque claramente no es un lugar más, ni siquiera en una ciudad como Nueva York, que tiene de todo, para todos.

Una experiencia absolutamente inspiradora.