La nueva seriel se centra en el único hombre sobreviviente a la repentina extinción de todos los mamíferos machos del planeta
RedacciónStar Plus estrenó este lunes su serie original Y The Last Man, un drama postapocalíptico protagonizado por Ben Schnetzer, que presenta un mundo en el que un cataclismo diezma a todos los mamíferos que poseen un cromosoma Y, menos a un hombre y a su mono mascota. Compuesta por diez episodios, de los cuales ya tres de ellos están disponibles en la plataforma, se sumará uno nuevo cada semana. Pero, estas son las cinco razones para ver Y The Last Man en Star Plus.
Adaptada de la premiada serie de novelas gráficas homónima editada entre 2002 y 2008 y creada por el guionista Brian K. Vaughan y la dibujante canadiense Pia Guerra, la ficción trae a la actualidad la premisa del misterioso cataclismo que, en simultáneo, se lleva la vida de todos los seres que portan un cromosoma Y en sus genes, excepto por Yorick (Schnetzer), un joven escapista, que enseña magia y es algo agorafóbico, y su mascota, un mono llamado Ampersand.
El actor estadounidense Ben Schnetzer es el protagonista de la serie de drama postapocalíptico que sigue así, la historia del único hombre que sobrevive a la repentina extinción de todos los mamíferos machos del planeta.
La trama de “Y The Last Man” intenta reflejar, en sus primeros capítulos, los desafíos de las mujeres y varones para que Estados Unidos siga funcionando. Además, se propone intentar aprovechar la oportunidad de construir algo mejor, en un escenario traumático que repentinamente da vuelta el tablero en términos de identidades.
La producción cuenta con la reconocida actriz Diane Lane en el papel de Jennifer Brown, una senadora y madre del protagonista que ocupa el cargo de presidenta del país del Norte como consecuencia de los sucesos, y que no solamente deberá ponerse al frente de las demandas sociales tras la extinción de parte de la población, sino que colaborará con su hijo en su desesperada búsqueda para encontrar a su novia, Beth (Juliana Canfield).
Con una estética algo saturada, un universo bien construido y un atrapante ritmo atravesado por una constante sensación de peligro, «Y The Last Man» destaca además por ser uno de los recientes proyectos de formato televisivo cuyo equipo técnico está integrado mayoritariamente por mujeres.
El mismo es liderado por la showrunner Eliza Clark, también conocida por su trabajo como guionista en la serie policial “The Killing”. En ese sentido, Clark, ocupa además el puesto de productora junto a Nina Jacobson, Brad Simpson, Mari Jo Winkler-Ioffreda
El joven protagonista Ben Schnetzer sabe lucirse y dotar a su personaje de la cuota justa de asombro, sorpresa, supervivencia y drama, con interpretación pareja a la altura de las circunstancias.
Por su parte, la experimentada y prestigiosa actriz Diane Lane, protagonista de destacados films como “Infidelidad”, por el que fue nominada a un Oscar, o “Bajo el sol de Toscana”, hace uso de su presencia y oficio para destacarse en su papel, primero de madre, después senadora y luego presidenta.
El resto del elenco no desentona, más allá de algunos leves momentos de sobreactuación por la cuestión apocalíptica. Así, la presencia de Ashley Romans (“Shameless”), Olivia Thrilby (“La joven vida de Juno”), Amber Tamblyn (“Two and a Half Men”), Marin Ireland (“The Umbrella Academy”), Diana Bang (“Bates Motel”) y Paul Gross (“Alias Grace”), entre otros, completan el destacado elenco.
Uno de los puntos interesantes y destacados de la ficción Star Original es que nada de lo que tiene valor en la sociedad actual, lo tiene en la trama. Servicios básicos como teléfonos, Internet, luz y electricidad, ya no significan nada y los pueblos y ciudades fueron reemplazados por pandillas, carroñeros nómadas y campamentos para desplazados.
Por su parte, el tan preciado dólar estadounidense no tiene cabida en una nueva economía de trueque, mientras existe una percepción generalizada de que el gobierno está ocultando hechos y no se puede confiar en ellos. Es en ese punto donde vuelve a cobrar semejanza con el mundo actual.
En ese contexto, la serie se narra en gran parte a través de los ojos de Yorick y Hero, quienes navegan por este nuevo paradigma. Resultan más que atractivos esos momentos, que tal vez podrían compararse o inspirarse en “The Walking Dead”.
La supervivencia de los protagonistas Yorick y Ampersand, significa el misterio que impulsa la trama de la serie. Su interés radica, a partir de ese misterio que irá creciendo a medida que avancen los episodios, en desarrollar un mundo reciclado violentamente por un desastre repentino.
Hay que decir que, cuando hablamos de un mundo, se está hablando directamente en el destino del Estados Unidos de antes y después del cataclismo. Y, de la misma manera, el ritmo narrativo se irá apoderando del relato con el correr de la trama, resultando esencial para mantener el interés sostenido del público.
En esa expansión argumental de ritmo y misterio “Y: The Last Man” dedica un tiempo considerable a las luchas de poder que surgen en Washington, como se ve a través de los ojos de Yorick y de su madre, una congresista hasta ahora, en la línea de sucesión, que se asombra saber que ahora es presidenta de los Estados Unidos.
El relato sugiere así, que su presunción de género es solo una pequeña parte de la historia, y que esas historias de género también son historias de poder, que presume vivir la vida como mejor le parezca a cada individuo.
Y en ese contexto, la repentina desaparición de hombres no hace que desaparezcan muchos de los problemas familiares de Estados Unidos, donde se evidencian anti-vacunas, agitadores de extrema derecha, luchas internas partidarias y milicias con demasiadas armas. Esas problemáticas, que incluyen a las facciones de culto, se reelaboran con simpatía en la trama.
Es indudable que la serie genera un gran debate y a su vez invita a reflexionar por su temática relacionada a esa cuestión de género. Está claro que, en una trama dominada por un conjunto mayoritariamente femenino, que aborda directamente la idea de un mundo sin hombres, y cómo las cosas pueden diferir y permanecer igual, genera, de por sí, polémica, que no es ajena a las intenciones de la nueva ficción.
Pero también, es interesante hacer una segunda lectura con respecto a eso,ya que, en este mundo distópico, en el que estas mujeres se ven obligadas a tomar las riendas, a su vez, está sumido en la devastación y la crisis, por lo que se puede argumentar que esa cuestión de género queda en segundo plano.
Aun así, puede sonar discordante para muchos, que un motín de mujeres o que una milicia tome rehenes en algún lugar, mostrándose como mujeres desquiciadas con armas. Pero es en ese sentido que “Y: The Last Man” logra provocar, valiéndose de la cuestión postapocalíptica para abrir el debate, la reflexión y la incomodidad, que la hacen que la serie sea más que interesante.
En conclusión, más allá de esas cuestiones políticas y de debates que abren la polémica y la reflexión y de cierta falta oscuridad y gravedad más extrema, “Y: the last Man” es principalmente una historia divertida. A su vez, a pesar que sea completamente razonable que una serie de televisión, sobre la repentina y espantosa muerte de la mitad de la población mundial, contenga una cuota dramática extrema, pero en su conjunto resulta un programa atractivo y entretenido para ver en Star Plus.
