REVIEW Pendry Chicago: un nuevo hotel favorito en la Windy City
Emplazado en uno de los edificios históricos de la ciudad, Pendry Chicago sobresale por diseño, ubicación, estilo, personalidad y servicio
Norberto Sica
Desde el momento en el que llegamos a la esquina de la famosa Av. Michigan y la calle E Wacker, es imposible no sentir el magnetismo que despierta el histórico edificio Carbide & Carbon Building construido en 1929, famoso por su diseño único que simula una botella de champán y materiales extravagantes: desde granito oscuro en la base, a un terracota verde oscuro en la torre principal, para ser coronado con oro 24 quilates en la parte superior. Así, comienza la bienvenida al hotel Pendry Chicago.
Con sus 37 pisos de alto y sus 153 metros de altura, su planta baja fue inicialmente diseñada para exhibir los productos de las subsidiarias de Union Carbide & Carbon, una de las empresas más antiguas de productos químicos y polímeros de Estados Unidos.
El vestíbulo también remite a la época del diseño art deco, con trabajos de bronce excepcionalmente restaurados por el equipo de arquitectos y diseñadores del hotel Pendry Chicago para hacernos sentir como si el rascacielos hubiera terminado de haberse construido hace unos meses.
El edificio fue diseñado por Danlel y Hubert Burnham, hijos del legendario arquitecto y urbanista Daniel H. Burnham.
Lleno de historia y con un background de estilo, el hotel está ubicado a metros caminando del río Chicago, sobre la principal avenida de compras y entretenimiento, del Millenium Park, de la Willis Tower y de los paseos en crucero, en el corazón de una colección dinámica de atracciones para todos los gustos.
El hotel Pendry Chicago cuenta con 364 habitaciones y suites rediseñadas y espacios públicos armoniosamente estilizados, con un lobby bar, un restaurante de alta gama, una espectacular terraza en la azotea y salones para eventos y reuniones.
Las habitaciones y suites evocan en su diseño la elegancia de un esmoquin con su esquema de blancos y negros, con detalles en dorado en muebles y objetos, incluyendo un vestidor, una cómoda en rojo vino, una mesa que funciona como escritorio o para disfrutar de una comida con servicio «in-room dining» 24 horas.
Para los estándares de las grandes urbes, los cuartos son amplios y cómodos con una buena distribución de los espacios, permitiendo un alojamiento cómodo. Además, algunas de las «rooms» ubicadas sobre la esquina del edificio, ofrecen vistas parciales de la Av. Michigan y el propio río Chicago.
Los baños siguen la estética de colorimetría con mármoles blancos marmolados y grifería en negro mate.
Y si viajamos con niños o niñas, recibiremos una variedad de muñecos de peluche de cortesía.
La gastronomía no fue dejada al azar con tres propuestas. Empezando con Venteux con una clara inspiración parisina, es una brasserie para disfrutar desde desayunos hasta ostras a una barra de tragos o un menú de cocina francesa y una robusta propuesta de vinos.
El bar Pendry está anclado a la chimenea central del lobby del hotel, que da la bienvenida para cócteles, comidas ligeras y agradables momentos de relax, gracias a su cálido mobiliario. Y por supuesto, Chateau Carbide es la joya ubicada en la azotea con una terraza con vistas a la ciudad.
Además, su fitness center es un buen espacio para hacer actividad aeróbica o algunos ejercicios de musculación.
Hay mucho que por destacar en el Pendry Chicago: desde la calidad de su staff, los detalles de diseño, la historia del edificio, su estratégica ubicación y la modernidad con la que un clásico rascacielos fue reconcebido. Un nuevo favorito en Chicago.