La historia y las razones de por qué Rusia invadió a Ucrania

Mientras el mundo presencia el mayor desastre humanitario desde la II Guerra Mundial, es bueno conocer al menos parte de la historia y entender por qué Rusia invadió a Ucrania. «Desde el colapso de la Unión Soviética, Rusia alberga un resentimiento significativo contra la Ucrania independiente, el país al que todavía considera una parte fundamental de la «Madre Rusia». Por lo tanto, considera que la conquista de Ucrania es vital para la restauración de su llamada Rusia histórica», explicaron desde el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Ucrania.

El presidente ruso, Vladimir Putin, no escatimó esfuerzos para promover la narrativa histórica de que los ucranianos y los rusos constituyen “una nación”. Putin desea fervientemente volver a reunir a los países de la antigua Unión Soviética y revertir lo que él llama “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”. Su objetivo final es «corregir los errores», como él los ve, de la caída de la URSS en la Guerra Fría, hace treinta años.

Como resultado, desea reconstituir toda la arquitectura de seguridad europea, lo que tendrá un costo enorme para Occidente. Según los informes, sus artículos y discursos recientes sobre el tema se convirtieron en lectura obligatoria para el ejército ruso.

«Habiendo declarado la Independencia en 1991, Ucrania eligió irrevocablemente un camino completamente diferente: un camino independiente de desarrollo democrático, reforma e integración europea. Por el contrario, el Kremlin decidió seguir el camino de la conservación y la aspiración infundada de restaurar su imperio», resalta en su website oficial el gobierno de Ucrania.

¿Por qué Rusia invadió a Ucrania?

Desde el colapso de la Unión Soviética, el ritmo del cambio vario de un país postsoviético a otro. Algunos, como Bielorrusia, se ralentizaron y trataron de aferrarse a su herencia soviética; otros saltaban lo más adelante y lo más rápido posible. Los estados bálticos y los países del antiguo Pacto de Varsovia hicieron caso omiso de su pasado soviético y tomaron medidas para integrarse a la OTAN y la Unión Europea a principios de la década de 1990, completando el proceso en 2004, justo antes de que el imperialismo ruso comenzara a resurgir.

Desafortunadamente, Ucrania y Georgia aún no habían completado ese camino para entonces. Ambos quedaron fuera de la comunidad euroatlántica, y ambos se convirtieron más tarde en objetivos de agresión militar por parte de Rusia, a costa de vidas y territorio.

«Como resultado, la agresión militar y la violación total de todas las normas y leyes internacionales es lo único que Rusia puede proponer para alentar a los estados independientes a moverse dentro de la órbita del «mundo ruso», su proyecto neoimperial».

«Los numerosos intentos de Putin de presentar falsamente a Rusia como la «víctima que se defiende de un Occidente ‘agresivo'», la expansión de la OTAN o los «nazis radicales que matan a ciudadanos de habla rusa» no tienen sentido y sirven como una herramienta de control reflexivo para encubrir la actitud agresiva de Putin».

«En última instancia, la respuesta a la pregunta es simple: un país que cierra cualquier expresión de libertad nunca podrá entender, ni vivir al lado de un país que representa la esencia misma de la libertad».