Vuelos cancelados y demorados: las aerolíneas anuncian un 2022 complicado

Desde hace algunas semanas se viene hablando sobre la gran cantidad de vuelos cancelados y demorados, particularmente en Estados Unidos, tanto para vuelos domésticos, como para los internacionales que salen y llegan a suelo estadounidense. Y si el pasado fin de semana, el del Día del Padre, sirve como ejemplo, las aerolíneas ya anunciaron que se vienen un 2022 complicado.

Las razones de los vuelos cancelados y demorados son varias, provacadas incialmente por la pandemia del COVID-19, pero que también arrastran una falta de previsibilidad sorprendente de la industria.

Entre el jueves 16 y este lunes 20, al menos, hubo 1400 vuelos cancelados o demorados. La propia aerolínea Delta anunció que cancelará 100 vuelos diarios en Estados Unidos y Latinoamérica entre el 1 de julio y el 7 de agosto.

La línea aérea justificó la situación de esta forma. «Una variedad de factores continúan afectando nuestras operaciones, incluidos los desafíos con el control del tráfico aéreo, el clima y las ausencias no programadas en algunos grupos de trabajo. Cancelar un vuelo es siempre nuestro último recurso, y nos disculpamos sinceramente con nuestros clientes por las molestias a sus planes de viaje».

¿Por qué hay tantos vuelos cancelados y demorados o retrasados?

Uno de los principales problemas es la escasez de pilotos, algo que comenzó a surgir incluso antes de la pandemia. Cuando comenzó la crisis del COVID-19 , las aerolíneas comenzaron a ofrecer indemnizaciones a los pilotos mayores y mientras otros se jubilaban al cumplir los 65 años.

Para tener una idea de la situación, la industria aérea de Estados Unidos requiere de 10 mil nuevos pilotos al año y actualmente se está en la mitad de esa cifra. Y si bien la Administración Federal de Aviación (FAA) exige que los pilotos se retiren a los 65 años, ahora se está negociando extender el límite a los 67 para frenar la escasez y aliviar al sistema.

Además, la contratación de nuevos pilotos es algo que lleva tiempo, ya que su entrenamiento, requiere de unas 1500 horas de vuelo antes de poder volar un vuelo comercial.

Y no son sólo los pilotos

El problema también se ve en otras áreas de la industria. Desde agentes para las puertas de embarque, hasta controladores de tráfico aéreo, todos los rincones de un aeropuerto necesitan trabajadores, lo que provocó más demoras e inconvenientes. Las personas que se enferman con COVID-19 continúan provocando escasez temporal, además de las que dejaron de trabajar durante la pandemia.

CONOCEDORES.com® fue testigo de esta situación. El pasado fin de semana, en un vuelo de regreso desde Las Vegas hacia Miami, al aterrizar en horario en el aeropuerto de MIA, el avión de American Airlines quedó en pista durante casi una hora, ya que la puerta a la que había sido asignada la nave originalmente, estaba ocupada debido a otro avión que tenía un desperfecto técnico. A las autoridades del aeropuerto de Miami les llevó una hora encontrar otro lugar para desembarcar ya que ni siquiera tuvieron la capacidad logística para que los pasajeros desembarquen en pista y sean transportados en un bus hacia la terminal, como ocurre en muchos lugares del planeta. También hubo que esperar otros 10 minutos para encontrar una persona que activara la manga que permitiria descender. Y luego, pasaron más de 30 minutos hasta que llegaron las maletas.

El problema continuará

La situación está lejos de mejorar en el corto plazo. Y si bien algunas áreas como los controladores y seguridad aeroportuaria, son de más fácil resolución que la de los pilotos, 2022 estará lleno de demoras y cancelaciones debido a que las personas volvieron a volar como lo hacían pre-COVID, pero la industria no está preparada para hacer frente a tal demanda, lo que podría demorar hasta 4 o 5 años, en normalizarse completamente.