REVIEW Hotel Marquis Reforma: un clásico imperdible en Ciudad de México

A la hora de describir al Hotel Marquis Reforma hay muchas frases que resultan claves: un clásico imperdible en Ciudad de México, una propiedad llena de arte, una ubicación privilegiada y un servicio impecable. Por eso, no es difícil elegirlo como uno de los mejores en la capital mexicana.

El hotel está emplazada frente a la reconocida Fuente Diana La Cazadora y a 150 metros del Monumento del Ángel de la Independencia, en pleno Paseo de la Reforma, la avenida más importante y emblemática de Ciudad de México.

Originalmente, se llamó paseo de la Emperatriz o paseo del Emperador, ya que su trazo fue encargado por Maximiliano I de México durante el Segundo Imperio Mexicano. Después del triunfo del gobierno de Benito Juárez sobre este último y la restauración del gobierno republicano, fue renombrado como paseo Degollado, en honor a Santos Degollado. A la muerte de Juárez, el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada consolidó su actual nombre en honor al proceso conocido como Reforma.

Además, se puede llegar al Castillo de Chapultepec en 13 minutos a pie, al Museo de Arte Moderno en 15 minutos y al renombrado Museo Nacional de Antropología en unos 20 minutos

En una zona con tanta historia, no deja de sobresalir la arquitectura posmoderna del hotel Marquis Reforma, que combina en su estructura de 14 pisos, una fachada de vidrio con paredes de concreto de color rosado.

El arte es para de la identidad del hotel, con permanentes muestras de renombrados artistas. Su vestíbulo está inundado de mármol que cubre pisos, columnas y paredes, con una fuente de agua con estatuas, como parte de una puesta en escena de los estilos art deco y art novuveau.

Las más de 200 habitaciones y suites combinan estilos modernos y clásicos con mobiliario de madera oscura, alfombras lujosas y un mix de colores suaves en tonos tierra.

Las suites agregan áreas de descanso separadas con coloridos sofás de lunares, además de una mesa de comedor y sillas.

Los atractivos baños están revestidos en mármol y granito y ofrecen combinaciones de ducha/bañera, o bañeras de hidromasajes y duchas separadas, dependiendo del tipo de habitación.

En gastronomía hay distintas opciones para todos los gustos, con una selección de cocina española, japonesa y mexicana.

El sector de wellness es más que bien recibido por húespedes y visitantes con un spa con un completo menú de tratamientos faciales, corporales y de masajes, además de bañeras de hidroterapia, sauna y sala de vapor.

El fitness center de amplias dimensiones está enmarcado en suerte de cúpula de vidrio, con sectores de entrenamiento cardiovascular o de musculación.

Y, por supuesto, también posee una piscina cubierta climatizada, con un techo acristalado, como otro de los plus para un buen momento de relax.

El sorprendente espacio para conferencias de casi 1.700 metros cuadrados, del hotel Marquis Reforma incluye salas flexibles que se adaptan a reuniones grandes y pequeñas. El sofisticado gran salón de baile puede albergar hasta mil personas.

Sin dudas, el hotel Marquis Reforma es un clásico y un favorito en ciudad de México, que cualquier viajero de placer o de negocios, sabrá más que apreciar y disfrutar con todos los sentidos.