Cómo es la construcción de The Line y el proyecto NEOM en Arabia Saudita

Mientras muchos pensaban que el proyecto era un sueño difícil de concretarse, ya comenzaron las obras de construcción de The Line, el proyecto de NEOM en Arabia Saudita, una increíble ciudad futurista, en formato de rascacielos horizontal de 170 kilómetros de largo, con una altura de 500 metros de alto y 200 metros de ancho, permitiendo albergar hasta 9 millones de personas.

Pero The Line, es sólo parte de uno de las iniativas de NEOM.

NEOM busca albergar una de las reservas naturales más grandes del mundo, con una extensión de 25 mil kilómetros cuadrados de naturaleza.

La iniciativa es realmente revolucionaria, porque hará que el 30% de Arabia Saudita se dedique a reconstruir y regenerar el suelo para 2030 y proteger el 95% de su tierra y mar como reserva natural.

La Reserva Natural NEOM está formada por dos desiertos, divididos por una cadena montañosa. El paisaje del desierto superior puede resultar conocido para quienes hayan vistos películas como Lawrence de Arabia o The Martian que fueron filmadas en Wadi Rum en Jordania, un pequeño fragmento de ese desierto del norte.

Las tierras del sur están marcadas con las rutas que los antiguos nabateos tomaron desde su capital, Petra, hasta Hegra. La tierra desciende a través de wadis, los arroyos vivificantes, aunque efímeros, que conectan las montañas con el mar, a través de llanuras saladas y dunas con el Mar Rojo y el Golfo de Aqaba.

Al igual que los arrecifes de coral de todo el mundo, los efectos del cambio climático se pueden ver en algunos de los arrecifes de NEOM. Pero los corales de tienen una ventaja que está atrayendo la atención mundial. A pesar del aumento de la temperatura global del agua, los corales del Mar Rojo han demostrado ser mucho más resistentes que sus parientes en otras partes del mundo.

“Es el único lugar del mundo donde los corales se han adaptado previamente a las altas temperaturas. En su viaje evolutivo de sur a norte a través del Mar Rojo, nuestros corales adquirieron la capacidad genética de tolerar temperaturas más altas», explicaron desde NEOM, en una entrevista con el diario inglés Independent.

Entonces, comienza el trabajo, en el mar y en tierra, que incluye plantar nuevos bosques de manglares para “reverdecer” la franja costera; con el objetivo de revertir la desertificación en la tierra como parte de un ambicioso programa de recuperación de la vegetación.