Viajar es un placer, volar puede serlo también. Dependiendo de la duración, la comodidad de los asientos, los servicios y la clase en la que se viaje, no en todas las condiciones se asegura el disfrute de las horas de vuelo.

Pero Emirates y su Business Class en el Airbus A380 llevan la experiencia a otro nivel en relación a lo que la mayoría de las líneas aéreas ofrecen, algo que comienza desde la llegada al aeropuerto hasta el arribo al destino final.

Los salones ejecutivos suelen ser amplios, confortables y con una oferta gastronómica reducida, pero Emirates no ha limitado el espacio en el aeropuerto de Dubái y lejos de ser un salón, toda la planta alta con miles de metros cuadrados están destinadas al lounge.

“El lounge de Emirates en el aeropuerto de Dubái ocupa toda la planta superior de la terminal.”

Con solo dirigirnos al nivel superior nos encontramos con “otro aeropuerto” pensado para los viajeros premium, con enormes ambientes decorados de diferentes formas, una oferta variada de espacios gastronómicos, un extenso whisky bar, y lugares para el relax.

Desde ese nivel, hay acceso directo a todas las puertas de embarque, lo que hace que el pasajero no deba salir del lounge al momento de embarcar, sino que acceda de forma directa al avión a la hora indicada.

Al momento de embarcar, una manga nos llevará directo al Airbus A380, más precisamente al segundo nivel de la aeronave donde se encuentran Business Class y First Class, sin cruzarnos en ningún momento con el acceso de la planta baja, donde se ubica la clase económica.

Esto hace que el ingreso sea mucho más ordenado y sea más rápido el acceso, teniendo en cuenta que son centenares de personas las que viajarán en el avión de pasajeros más grande del mundo.

Ya a bordo, nos encontramos con una cálida recepción que nos ubicarán en los cómodos asientos. La distribución es individual, y es ideal para quien viaje solo, ya que por su ubicación en zigzag prácticamente no se logra ver a los demás pasajeros una vez sentados.

Un dato interesante, es que quien viaje en pareja y desee estar junto a su acompañante, es recomendable elegir la ubicación central, en donde fila por medio puede abrirse de forma electrónica un separador y así compartir el ambiente.

El personal a bordo es de diferentes nacionalidades, asegurándose que podamos encontrar a quien hable nuestro idioma, descontando que todos hablan inglés, idioma universal en el mundo del turismo.

Al ofrecimiento de champagne, lo acompaña el menú de la cena (o almuerzo) con varias opciones para elegir, y una variada carta de vinos que es ofrecida por una cantidad llamativa de personal, dispuesto a tomar las órdenes que llegarán más tarde de forma ordenada.

Una característica que no se encuentra en cualquier clase ejecutiva y que Emirates ofrece en los Airbus A380 es un pequeño minibar individual en el lateral que cuenta con agua, bebidas sin alcohol y snacks, siempre a nuestra mano.

En cuestión de entretenimiento a bordo, nos encontramos con una pantalla de 20 pulgadas y una variada oferta, presentada en un formato similar a la televisión tradicional, donde se puede ir cambiando de canal y ver series o películas, retroceder, pausar o reproducir en cualquier momento.

El sistema también cuenta con algunos canales en vivo de noticias, una opción interesante y a la que no estamos acostumbrados en vuelo.

Internet es parte de la oferta, con un pequeño límite en forma gratuita y el extra a cargo del pasajero.

Uno de los diferenciadores del A380 de Emirates es el bar, que se encuentra en la parte posterior del primer piso, una zona cercana a los baños y que cuenta con un barman y variadas bebidas a disposición, appetizers y la posibilidad de quedarse de pie en la barra o sentarse en los laterales.

Si bien es pequeño, es un acierto de Emirates para generar un espacio de encuentro y distención dentro del vuelo.

Los asientos son realmente cómodos, se reclinan hasta quedar 100% horizontales a la hora de dormir y el personal a bordo colocará un delgado colchón sobre este para que el descanso sea aún más placentero.

Definitivamente viajar en Business Class en el Airbus A380 de Emirates es una experiencia que vale la pena disfrutar alguna vez. Jennifer Aniston, está de acuerdo: