¿Cuánto cuesta subir al Monte Fuji en Japón en 2025?

Con sus 3.776 metros de altura, es el pico más alto de Japón, resultado de una actividad volcánica que comenzó hace aproximadamente 100 mil. Y, hoy, más que nunca, este sitio Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, convoca cada vez más a los turistas. ¿Cuánto cuesta subir al Monte Fuji?

Lo que en algún momento no requería ningún tipo de pago, fue cambiando en los últimos años debido al exceso de viajeros. Por eso, para tratar de darle un poco más de equilibro y cuidar el impacto en el medio ambiente, se implementaron nuevas normas de cara a la temporada alta de 2025 que dura entre los meses de julio a septiembre.

¿Cuánto cuesta subir al Monte Fuji?

En primer lugar, quienes deseen escalar el famoso monte, deberán pagar 4.000 yenes (unos 27 dólares) por un permiso. Luego, también deberán reservar un lugar online, ya que hay un límite de 4 mil visitantes por días.

Este precio de 4 mil yenes es el doble del que se pagaba en 2024, el primer año en el que se implemento el fee de ingreso. Anteriormente se sugería una donación opciones de unos mil yenes por persona.

Más medidas para controlar la seguridad

Para controlar la seguridad en el Monte Fuji, la montaña permanecerá cerrada de 14:00 a 3:00 todos los días para quienes no pernocten en un refugio. Estas cabañas de senderismo se encuentran a lo largo de los senderos del Fuji y se pueden alquilar para quienes prefieren pasar la noche en lugar de intentar completar la ruta completa en un solo día.

Un lugar de peregrinación

Entre 200 mil a 300 mil personas suben al Monte Fuji cada verano, según contaron las autoridades de turismo de Japón.

Sus cuatro rutas principales ofrecen a los visitantes la posibilidad de acceder a la cima desde distintos ángulos y hacer un alto en el camino en las zonas de descanso, donde encontrarán aseos y alojamientos. La ascensión a la cima es muy popular al amanecer: los escaladores suelen iniciar su ascenso el día anterior y pasar la noche en un albergue de la montaña, para luego comenzar a subir a primera hora de la mañana siguiente y contemplar cómo sale el sol por el horizonte.

En tiempos pasados, el monte Fuji era un destino de entrenamiento para los shugenja, practicantes del Shugendo, una fe acética de adoración a la montaña.