Los mejores carnavales del mundo

Desde tiempos inmemoriales la humanidad celebró el carnaval, que representa el paso de la oscuridad a la luz, del inverno al verano, un verdadero llamado a la felicidad y el disfrute. Cada uno es diferente, pero hay para todos los gustos. Por ello, desde #CONOCEDORES elaboramos un listado con los mejores carnavales del mundo, para tenerlos en cuenta a la hora de planificar un futuro viaje.

Los carnavales son muy típicos en varios puntos del planeta y son a la vez grandes captadores de turismo en ciudades como Río de Janeiro, Nueva Orleans o Venecia.

Nueva Orleans (Estados Unidos)

El Mardi Gras tiene su origen en los siglos XVII y XVIII, cuando reinaban los Borbones. Antiguamente era una fiesta que solo unos pocos podían disfrutar. En cambio, hoy es una fecha que disfrutan tanto los mayores como los jóvenes: salen a la calle en masa.

Cualquier disfraz sirve, así que nadie debe ponerse colorado y tomar el primero que encuentre: desde algo más deportivo a un disfraz más oscuro. No olvidarse de tomar una bolsa para meter todos los collares y los vasos que tiran desde las elaboradas carrozas de los desfiles.

Venecia (Italia)

Un verdadero clásico de los carnavales. Se cree que su origen se remonta al año 1162 para conmemorar la victoria de la República de Venecia sobre el Patriarcado de Aquilea. La celebración ha ido evolucionando desde entonces, aunque la tradición de llevar la máscara se ha mantenido como uno de los símbolos característicos de esta fiesta y también se ha exportado a carnavales de otros lugares del mundo.

De hecho, se cree que las máscaras de porcelana empezaron a usarse en el siglo XIII como un gesto de protesta ante la jerarquía de clases.

Santa Cruz de Tenerife (España)

Aunque hay muchas fiestas que se celebran en Tenerife a lo largo del año, ninguna se parece a la del carnaval. De hecho, para muchos el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife es el segundo carnaval mejor del mundo, solo superado por el de Río de Janeiro.

El carnaval lleva siglos poniéndole la nota de color a la ciudad. Durante los 15 días que duran las celebraciones, Tenerife se convierte en un centro de fiesta lleno de color.

Colonia (Alemania)

Aunque empieza oficialmente el 11 de noviembre a las 11:11 de la mañana, las principales celebraciones no llegan hasta febrero. Así que hay que asegurarse de estar en el Carnaval de Colonia el viernes 8 de febrero para el Día de las Mujeres. Ese día las mujeres van al trabajo con elegantes disfraces y luego se van a los bailes de máscaras y a las fiestas que se organizan por la noche.

De cara al fin de semana, el carnaval de anima, y el momento más esperado es la cabalgata del Lunes de las Rosas. El desfile recorre la zona sur de Colonia (Südstadt) con las elaboradas carrozas desde donde tiran al emocionado público cajas de bombones, caramelos y otras baratijas.

Río de Janeiro (Brasil)

La joya de la corona de los carnavales se remonta hasta 1723 y atrae a más de dos millones de visitantes al día. La samba es el centro del carnaval, con más de 200 escuelas de samba, clubs sociales que representan a los diferentes barrios de la ciudad. Todas ellas luchan por ser el centro de atención de los coloridos desfiles.

Es necesario conseguir un sitio en el sambódromo para no perderse nada o para tener la chance de unirse a una de las numerosas fiestas de la calle que hay por toda la ciudad. Las entradas son limitadas, por lo que es recomendable adquirirlas con anticipación en www.rio-carnival.net.

Oruro (Bolivia)

En su día fue una celebración indígena, pero hoy ha evolucionado y está estrechamente relacionada al simbolismo religioso con las figuras de la Pachamama (la Madre Tierra) y el Tío Supay (el dios del inframundo). Estos dos personajes son el centro del carnaval, que se caracteriza por el ritual del “baile de los demonios”, la Diablada, que representa el triunfo del bien sobre el mal.

En el carnaval reinan los mitos folclóricos, las leyendas y las tradiciones curiosas y también sirve para saltarse las normas de la rutina diaria.

Binche (Bélgica)

La Unesco describió en 2003 el Carnaval de Binche como “una obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad”, una fiesta única. Aunque en Bélgica se celebran otros carnavales por esas fechas, el de Binche destaca por los Gilles, las personas que van disfrazadas y bailan al ritmo de los tambores y lanzan naranjas como símbolo de buena suerte.

En cuanto al origen del carnaval, hay polémica. Existe la teoría de que uno de los Gilles del siglo XIV tenía ascendencia inca, de ahí el original atuendo y la apariencia exótica, que se fue instaurando poco a poco y se hizo popular. Esto explicaría los sombreros con plumas que llevan los Gilles… o no.