Nuevos problemas para los aviones Boeing 737 Max

Este viernes, se sumo un nuevo incidente en uno de los aviones Boeing 737 Max, en este caso en un vuelo de la aerolínea Alaska Airlines, una de las más reconocidas en Estados Unidos por su puntualidad y servicio, luego de que un panel del fuselaje, incluida la ventana, se desprendió poco después del despegue del vuelo 1282, que había partido de Portland con destino a Ontario y que debió aterrizar de emergencia a los 20 minutos.

«Tras el suceso en el vuelo 1282, hemos decidido tomar la medida de precaución de dejar en tierra temporalmente nuestra flota de 65 aviones Boeing 737-9. Cada avión volverá a estar en servicio sólo después de completar y las inspecciones de seguridad», aseguró Ben Minicucci, CEO de la aerolínea.

Afortunadamente no hubo víctimas ni heridos durante el incidente.

Pero este es el último de los inconvenientes con los aviones Boeing 737 Max.

El 28 de diciembre de 2023, la Administración Federal de Aviaciión de los Estados Unidos (FAA), publicó un comunicado en el que aseguró que «está siguiendo de cerca las inspecciones específicas de los aviones Boeing 737 MAX para buscar un posible perno flojo en el sistema de control del timón».

En consulta con la FAA, Boeing emitió una alerta a las aerolíneas que operan aviones de pasillo único a inspeccionar posibles piezas sueltas.

Previamente, los Boeing 737 Max fueron dejados en tierra durante casi dos años, luego de dos accidentes fatales a finales de 2018 y principios de 2019, que dejaron casi 350 víctimas fatales, entre pasajeros y tripulación.

En ese momento, Boeing siguió fabricando el avión, pero en diciembre de 2019, la compañía detuvo la producción debido a la caída de las ventas y la suspensión en las compras que ya tenía, aunque luego reanudó los trabajo en mayo de 2020 a un ritmo mucho menor.

Estos fueron algunos problemas con los aviones del gigante de la aviación, que llevaron a que en febrero de 2022, la plataforma de streaming Netflix estrenara el documental Downfall: The Case Against Boeing, que investigó los accidentes de los vuelos 610 de Lion Air y 302 de Ethiopian Airlines, que cayeron -inicialmente- sin explicaciones con una diferencia de sólo cinco meses.

La investigación en Downfall expone como la influencia de Wall Street, la desesperación de Boeing por tener un avión competitivo y algunas fallas en los controles de seguridad, resultaron en el desmoronamiento de la compañía.

Inicialmente Boeing culpó de los accidentes a los pilotos, pero, finalmente se descubrió que un defecto de diseño en el software que fue pasado por alto por la compañía fue lo que provocó la caída de los aviones, algo que el gigante de la industria intentó ocultar al público y a los organismos de control.

En enero de 2021, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Boeing de conspiración por mentir a la Administración Federación de Aviación (FAA).