¿Qué dicen los críticos del proyecto The Line en Arabia Saudita?

Como toda obra monumental, no son pocos quienes ofician de críticos del proyecto The Line, en Arabia Saudita. Tanto el diseño como sus propósitos han suscitado algunos interrogantes a los especialistas en arquitectura sostenible, que dudan de que la iniciativa sea una solución radical.

Antes de ahondar sobre qué dicen los críticos del proyecto The Line, bien vale presentar sus características centrales. Se trata, en resumen, de una ciudad que se construirá en el noroeste de Arabia Saudita, que pretende redefinir “el concepto de desarrollo urbano y cómo deberían ser las ciudades del futuro”.

200 metros de ancho, 170 kilómetros de largo y 500 metros sobre el nivel del mar. En total, nueve millones de residentes vivirán en una superficie de 34 kilómetros cuadrados. Todo ello compacto en una construcción a capas verticales, donde todos tendrán acceso a cualquier instalación a cinco minutos a pie, sin necesidad de coches ni carreteras.

Por sus características de diseño -que incluye una fachada de espejos-, The Line genera temores por la vida silvestre en la zona. Esto se debe a que se entiende que las superficies reflectantes son una de las principales causas de muerte de aves cada año. Los responsables del proyecto, sin embargo, aseguraron que este aspecto está contemplado, por lo que habrá corredores naturales que se alineen con los caminos de las aves migratorias.

El de la fauna no es el único punto que tienen los críticos del proyecto The Line. El escritor y urbanista Adam Greenfield dijo que, de concretarse, la iniciativa se convertirá en una «atrocidad ecológica y moral». Ello fundamentalmente porque las emisiones de dióxido de carbono durante su construcción podrían ser excesivas e imposibles de compensar, pese a su propósito de convertirse en una ciudad de emisiones cero.

Daniel Sánchez Peinado, director técnico de la Plataforma de Edificación Passivhaus, también se manifestó en contra, fundamentando su crítica en la ubicación. Para el especialista, un proyecto debe adaptarse al entorno donde se encuentra, aprovechando tanto los recursos naturales disponibles como los vientos predominantes. «Todo esto sería complicado de implementar en un proyecto así en el que, por ejemplo, la orientación y forma vienen ya impuestas», dijo.

Desde la Universidad Politécnica de Madrid, la académica Francesca Olivieri objetó asimismo la planificación vertical de The Line, que le resulta «poco natural» para el ser humano. Si bien coincidió en que no puede seguirse reproduciendo la misma lógica de viviendas unifamiliares y carreteras largas, exigió un punto medio y no tan radical como el planteado para el proyecto saudí.

Si bien los críticos del proyecto The Line en Arabia Saudita se manifestaron n distintas esferas, la iniciativa está en marcha desde el pasado mes de noviembre de 2022. Según los primeros cálculos, su construcción estará finalizada para 2030.