Qué hacer en Tucumán: siete experiencias para disfrutar de un viaje diferente
23/03/23

Qué hacer en Tucumán: siete experiencias para disfrutar de un viaje diferente

La provincia ubicada en el noroeste de Argentina muestra un amplio abanico de propuestas para realizar durante todo el año

Juan Chiummiento Redacción
Juan Chiummiento

La pregunta sobre qué hacer en Tucumán no tiene una única respuesta. Por el contrario, la provincia ubicada en el noroeste de Argentina tiene una amplia variedad de actividades turísticas para ofrecer a sus visitantes.

Además de las tradicionales opciones que ofrece Tucumán -como el museo Casa Histórica de la Independencia o las vistas panorámicas desde el cerro San Javier-, en los últimos años se han sumado innumerables alternativas que permiten realizar un viaje diferente.

CONOCEDORES.com®, la revista de viajes y lifestyle más leída en español, tuvo la oportunidad de visitar recientemente la provincia. En base a un recorrido especialmente pensado para sus lectores ofrece un listado de siete experiencias para disfrutar Tucumán desde todas sus ópticas:

Bodegas, valles y hotelería boutique

Con tradición vitivinícola desde el siglo XVI, el área central del Valle Chalchaquí reúne las características esenciales para el cultivo de la vid: clima frío en invierno, caluroso en verano y mayormente seco, con una alta exposición al sol.

Los paisajes del lugar, unidos a una infraestructura creciente, han dado lugar a la denominada «Ruta del Vino», unificada por las rutas 40 (nacional) y 307 (provincial). Durante aproximadamente 100 kilómetros, el turista puede conocer los procesos productivos en todas su etapas, con la posibilidad de realizar degustaciones, en general acompañadas por la típica gastronomía local.

Compuesta por una veintena de bodegas, este circuito incluye alternativas de la más variada especie, con comodidades para todos los presupuestos. Una de las recomendadas por CONOCEDORES.com® es Estancia Río de Arena, ubicada en el kilómetro 4.295 de la mítica Ruta 40.

Fundada por Roberto Carro en el 2002, este sitio es hoy una verdadera joya del mini turismo, compuesta por una bodega -en la que se producen 22.500 botellas- y un hotel boutique, en contacto directo con la naturaleza.

Estancia Río de Arena consta de seis habitaciones, para uno a ocho pasajeros, con baños privados, aire acondicionado y calefacción, televisión e internet wi fi. Los huéspedes pueden disfrutar de piscina, cancha de voley y fútbol playero, además de mesa de ping pong, juegos mesas, criadero de llamas y caballos.

El sitio ofrece un servicio de wine-bar y restaurant durante todo el día, con comidas típicas regionales: empanadas al horno de barro, tamales, humitas, cordero, locro, cabrito y dulces regionales. Para mayor información puede visitarse su sitio oficial (clic aquí).

Las peñas folclóricas, un deleite para todos los sentidos

La provincia de Tucumán es rica en materia de tradición musical. No por casualidad una de las principales cantoras de Argentina nació y se crió en esas tierras: Mercedes Sosa. Una de las mejores formas de experimentar esa condición es visitando una de sus peñas folclóricas, que además de preparar el oído y la vista, habrá que preparar las papilas gustativas, pues allí también se podrá disfrutar de típica comida regional.

Las peñas tucumanas, distribuidas a lo largo y ancho del territorio, presentan semana a semana diferentes carteleras de artistas, que interpretan zambas, chacareras, gatos, huaynos y otras formas de música tradicional, con instrumentos como la guitarra, el charango, el bombo, la quena y el violín. 

En estos sitios pueden disfrutarse además de espectáculos de danzas folclóricas, con los bailes típicos de la región. Los pasos pueden ser interpretados tanto por los grupos a cargo del escenario como por los comensales, que animados por la música toman el protagonismo de la velada.

La comida también es protagonista de las peñas. Si bien pueden encontrarse sitios con amplios menús adaptados a todos los gustos, la recomendación es degustar algún plato típico, como empanadas de carne, locro, humita, tamales o asado.

En Tucumán hay tantas peñas como ciudades. El visitante podría dedicarse a visitar una distinta cada noche. Una de las más tradicionales se encuentra en Tafí del Valle -ubicada a 110 kilómetros de la capital provincial- y lleva por nombre Rancho de Félix, en honor a su fundador, Félix Sosa. Para conocer más sobre el lugar puede visitarse su página oficial (clic aquí).

Estancias rurales con valor agregado

Otras de las alternativas sobre qué hacer en Tucumán es el denominado turismo rural, que busca ofrecer una experiencia auténtica y enriquecedora a los visitantes, mediante la interacción con la vida y las actividades del campo.

En Tucumán, esta actividad turística se ha desarrollado principalmente en las zonas rurales de los valles y la montaña, donde se pueden encontrar fincas, estancias y casas de campo que ofrecen alojamiento y actividades relacionadas con la vida rural.

Algunas de las actividades que se pueden realizar en el turismo rural en Tucumán son: cabalgatas, caminatas y degustación de productos regionales, entre otras. Muchas de ellas pueden realizarse visitándose fincas y estancias, especialmente preparadas para recibir al turista.

Una recomendación es visitar Estancia Las Carreras, ubicada en el distrito de El Mollar. A poco más de 2.000 metros de altura, este campo de 9.000 hectáreas ofrece un ámbito ideal para relajarse y desconectar del ajetreado ritmo citadino.

Estancia Las Carreras transmite la herencia de más de 200 años de historia, en el que la producción de quesos atravesó generaciones de la familia Frías Silva. Actualmente integra un circuito de fincas tradicionales argentinas, en el que emerge como una de las referencias en el norte.

En materia de alojamiento tiene a disposición diez cómodas habitaciones, con todos los servicios. Con base allí pueden realizarse diversas excursiones, como caminatas o cabalgatas, o simplemente dejar el tiempo pasar, en un paisaje caracterizado por magníficas vistas a los cerros. Para conocer precios y mayor información puede visitarse el sitio web oficial de Estancia Las Carreras (clic aquí).

La gastronomía no es un detalle más en el sitio. Su restaurante ofrece una variada carta con ingredientes de la propia estancia, donde el queso es fuerte protagonista. Este alimento, producido allí con la misma receta de antaño (traída por los jesuitas hace 300 años), hoy se ofrece en diversas alternativas: natural, con orégano, ají, pimienta negra, paprika y un especial queso de rallar. 

Una visita que teletransporta en tiempo y espacio

A una hora de San Miguel de Tucumán, Villa Nogués es un sitio que permite teletransportarse en tiempo y espacio. Con casas cuya arquitectura remite a la Europa de finales del siglo XIX, este lugar fue elegido por el empresario azucarero Luis Nougués para descansar en el verano.

Lo que seguramente no sabía Nougués es que la pequeña villa conformada a su alrededor se transformaría en parte del circuito histórico de Tucumán, pues una visita allí permite comprender la historia argentina, de la misma forma que visitando algunos de los museos de la capital provincial.

Para llegar a Villa Nougués se puede tomar la ruta provincial 341 y conducir unos 12 kilómetros hacia el oeste, desde donde asomará un paisaje con vistas panorámicas de las montañas de los Andes y la selva tropical. Una vez allí hay muchas cosas para ver y hacer, por ejemplo visitar el parque Sierra de San Javier, que cuenta con senderos para caminatas, cascadas, miradores y áreas de picnic. También hay varios museos y casas históricas para visitar, como la Casa de la Emancipación, que fue construida en el siglo XIX y alberga una colección de arte y antigüedades.

Otro lugar de interés en Villa Nougués es el Convento San Javier, un monasterio jesuita construido en el siglo XVIII. La iglesia del convento es una obra maestra de la arquitectura colonial española y cuenta con frescos y altares ornamentados.

Vuelo en parapente: las mejores vistas de Tucumán

Una de las pistas de parapente más reconocidas en el mundo se encuentra en Tucumán, más precisamente en la zona de Loma Bola, en el cerro San Javier, a 25 kilómetros de la capital provincial. Realizar esta actividad allí es una experiencia única y emocionante que puede ser disfrutada por personas de todas las edades y niveles de habilidad.

Para quienes no tienen experiencia en la materia, Loma Bola es un sitio inmejorable, pues allí cuentan con instructores con más de 20 años de experiencia, con todos los requisitos para un vuelo seguro. Al llegar al punto de despegue, se brinda una breve capacitación sobre los principios básicos del parapente y las medidas de seguridad a seguir durante el vuelo. Tras ello, se coloca el equipo y se inicia el ascenso.

Una vez en el aire, solo debe disfrutarse de las inigualables vistas, que incluyen las montañas y valles circundantes. El vuelo en parapente proporciona una sensación única de libertad y una perspectiva diferente del mundo. El vuelo es de corta duración -hasta 20 minutos, generalmente-, variando en función de las condiciones climáticas y las sensaciones de cada pasajero.

CONOCEDORES.com® realizó esta experiencia junto a Volar en Tucumán, un proveedor con amplia experiencia en la materia. Sus vuelos están disponibles todos los días que el clima lo permita, con horarios que se extienden entre las 11 y 17 horas. Esta empresa ofrece un servicio de transfer desde la ciudad de San Miguel de Tucumán, que debe ser acordado previamente. Para mayor información puede visitarse su sitio oficial (clic aquí).

Cabalgando en medio de las yungas

Como se observa, la pregunta sobre qué hacer en Tucumán encuentra múltiples respuestas por fuera del circuito tradicional. Otro actividad que puede sumarse es la posibilidad de realizar una cabalgata para recorrer inéditas sendas en la zona de Raco y San Javier, a una hora de San Miguel de Tucumán.

Si bien son muchos los prestadores que ofrecen este servicio, desde CONOCEDORES.com® recomendamos realizarlo solo con los inscriptos oficialmente ante el Ente de Turismo de Tucumán. Uno de ellos es Suyai Cabalgatas, que viene ofreciendo este servicio desde hace varios años, de la mano de un emprendimiento familiar que suma también alternativas gastronómicas.

En Suyai pueden realizarse cabalgatas de entre dos y cinco horas, así como también caminatas de distinto grado de dificultad. En los recorridos se ofrecen miradores con vistas inigualables de la yunga tucumana, en el marco de una actividad que está disponible para todas las edades.

Uno de los senderos tradicionales parte de la propia casa de los titulares de Suyai, donde a solo 200 metros ya comienza un ascenso que se eleva desde los 900 a los 1.400 metros sobre el nivel del mar, donde se obtienen vistas privilegiadas de la zona. En el medio del recorrido se visita el campo en el que descansan los caballos, habitado también por otros animales.

Sánguche de milanesa: un infaltable de la ruta gastronómica de Tucumán

Aunque es posible encontrar este plato en varios sitios de Argentina -e incluso, de Latinoamérica-, en Tucumán es toda una tradición. De hecho, solo en San Miguel de Tucumán hay un centenar de espacios gastronómicos especializadas en su producción.

El «sánguche de milanesa» -se escribe especialmente así- es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía tucumana y uno de los preferidos por los turistas que visitan la provincia. Este plato consiste en una milanesa de carne empanizada y frita, servida entre dos rebanadas de pan, acompañado de lechuga, tomate, cebolla y mayonesa.

Quizás uno de los mayores secretos de la variante tucumana es su pan, denominado «pan sanguchero» por los cocineros locales. Se trata de una receta 100% pensada para este plato, que combina las variantes figazza y pan francés, que se termina de tostar apenas unos minutos antes de servirse en la mesa.

¿Por qué es una tradición en Tucumán? Nadie lo sabe a ciencia cierta, aunque sí puede afirmarse que su conocimiento en el resto del país creció a pasos agigantados en la última década. El fenómeno comenzó a escalar tras la muerte de uno de los referentes del movimiento sanguchero, que marcó un hito para que se instaure el 18 de marzo como el día del Sánguche de Milanesa.

En 2011 la ciudad de San Miguel de Tucumán marcó un récord Guinness al cocinar el sánguche de milanesa más grande del mundo: 2,60 metros de largo por 54 centímetros de ancho. Luego siguió la colocación de una estatua en la ciudad -hoy retirada tras sufrir actos de vandalismo- y más recientemente comenzó a organizarse una fiesta nacional en honor a este plato. En marzo de 2023 se organizó por primera vez la Semana del Sánguche de Milanesa, en el que se inscribieron 200 participantes de toda la provincia de Tucumán.

Fotografía
Cortesía Ente de Turismo de Tucumán