REVIEW Acqualina Resort & Residences Miami: el mejor hotel en Sunny Isles y más

Como una joya preciosa que luce lo mejor de sí, y ubicada entre el Océano Atlántico al este y el Canal Intracostero al oeste, Sunny Isles Beach es hogar de algunos de los más lujosos rascacielos, restaurantes y playas, con kilómetros de hermosa arena blanca, un muelle que le da un toque de magia, y fácil acceso a museos, tiendas, y actividades acuáticas variadas, desde navegar, hacer jet ski, bucear o simplemente nadar. En esta urbe única del estado de Florida, se levanta con sus 50 pisos de altura Acqualina Resort & Residences Miami, ostentando lujo desde su mismísima entrada en el 17875 de Collins Ave., a cada uno de sus apartamentos, espacios de gastronomía, spa y, por supuesto, sus piscinas.

Conocida como la Riviera de Florida, Sunny Isles Beach es famosa por sus lujosos condominios, sus playas calmas, sus aguas color turquesa. Y está a corta distancia en auto de tiendas de compras tan variadas como Bal Harbour o Aventura Mall.

Es difícil catalogar a Acqualina Resort & Residences Miami sólo como un hotel, porque lo que el complejo propone es una experiencia de suntuosidad y grandiosidad, de principio a fin. Desde el momento en el que arribamos hasta el instante en el que hacemos el check-out. Y quizás, lo más sorpredente, es que esa abundancia nunca abruma, si no está pensada para cobijarnos en una burbuja de placer, relajación y disfrute absoluto.

Acqualina Resort & Residences Miami es además de un hogar para los huéspedes, el espacio que unifica a uno de los mejores spas de la ciudad, el multipremiado restaurante italiano Il Mulino New York, un verdadero imperdible, y su playa privada que se descada por sus reposeras, sillones y sombrillas coloradas.

El lobby comienza a recibirnos con techos abovedados, candelabros dorados, pisos y paredes de mármol, azulejos españoles y piedra caliza.

Las habitaciones de gran tamaño, son verdaderos apartamentos, que dependiendo la categoría elegida, incluyen un dormitorio, un enorme baño principal con doble bacha, ducha y bañera independiente, bidet (algo que el público de Latinoamérica en general encontrará más que bienvenido), amenities by ESPA, comedor, cocinas completas (incluyendo heladeras, cocina, microondas, vajilla y horno), living y escritorio, más un balcón privado gigante con vista al océano o al canal intracostero.

Las residencias están decoradas en una paleta de gris ceniza, crema y dorado con texturas opulentas como satén, piel sintética y laca de alto brillo.

Además de sus cuatro piscinas frente al mar, una de las que más llama la atención, es la piscina para adultos, ubicada en el lado norte de la propiedad, en un espacio rodeado de palmeras y vegetación, en una experiencia superior. El sector cuenta con cuatro amplias cabañas, modernas tumbonas con mesas auxiliares, sofás de dos plazas, amplias sombrillas y ocho divanes personalizados en ricos tonos rojos.

Un mayordomo de piscina dedicado circula cada hora y presenta delicias congeladas que incluyen uvas y snacks de sandía, una selección de jugos recién exprimidos, toallas con aroma frío, limpiador de lentes de sol y gel de aloe.

Por supuesto, nos encontraremos piletas para que disfruten los más chicos y las familias, que se complementan con otras opciones de entretenimiento, que van desde poder jugar al básquet o un partido de fútbol en césped sintético o, por qué no, una match de ajedrez con piezas gigantes.

En gastronomía sobresalen, desde luego, Il Mulino New York, con su gastronomía italiana para los paladares más exigentes, y Ke-uH, que ofrece cocina de fusión de estio japonesa.

Acqualina Resort & Residences Miami es un refugio de lujo junto al agua, ubicado en un predio de casi dos hectáreas, en donde el mundo, parece ser nuestro, con sus 98 habitaciones y suites impecablemente decoradas, a las que se suman 188 residencias, posiblemente de las más refinadas del planeta.

Si hay que elegir a uno de los mejores hoteles de Sunny Isles Beach en particular, y del estado de Florida en general, sin dudas, Acqualina es la marca que no querremos olvidar al momento de buscar dónde alojarnos. Y una vez que lo hagamos, jamás olvidaremos la experiencia.