Ofrece algunas de las suites más grandes de Manhattan, además de una increíble colección de arte desde el lobby hasta en cada habitación
RedacciónUna ubicación clave en el corazón de Manhattan. Una decoración de estilo contemporáneo y con la elegancia necesaria y sin excesos. Y una colección de arte que comienza apenas ingresamos al lobby y llega a cada pequeño detalle de nuestra habitación, el Conrad New York Midtown es un hotel que logra destacarse en la Gran Manhattan.
Emplazado en West 54 Street y la 7th Avenue, y con vistas parciales del Central Park hacia un lado, y de los rascacielos y edificios de Midtown, el hotel está a un paso de atractivos como el Museo de Arte Moderno (MoMA), el Radio City Music Hall, el Rockefeller Center, y, por supuesto, la Quinta Avenida con sus tiendas de compras y el Parque Central y sus hectáreas de espacios verdes.
Apenas llegamos al hotel nos recibe una hiperrealista (en el más estricto sentido del término) escultura llamada «Leda & El Cisne» (Lida & The Swan) de la artista Carole Feuerman, que presenta una figura femenina con un traje de baño de diseño y una gorra revestida en cristales, descansando sobre un cisne inflable en un blanco brillante.
«Leda & El Cisne» fue hecha en laca, oro de 24 quilates y cristales Swarovski, que permiten que la luz se refracte y brille.
Además, el hotel muestra con orgullo una colección curada de obras de casi 40 artistas, desde piezas de arte pop de Andy Warhol a fotografías de edición limitada de Amy Judd.
La torre de 54 pisos cuenta con 562 suites todas de gran tamaño, un gran diferencial en Nueva York, ciudad en la que las habitaciones suelen ser en muchas ocasiones muy pequeñas, brindando mucho espacio para relajarnos y descansar.
Nuestra habitación contaba con un living con una mesa comedor -al estilo bistro-, separado del dormitorio, que a sus ya generosas dimensiones, se le suma un fantástico vestidor y un baño de mármol de Carrara.
Con este «impressive layout», la decoración logran un mayor lucimiento: sobresalen muebles y elementos en colores tierra y tonos neutros, combinados perfectamente con los cuadros y objetos llenos de color.
El bar y restaurante Dabble es un destino para todo el día, empezando por sus completos desayunos (que pueden ser buffet o a la carta) hasta comidas para el almuerzo o la cena y cócteles clásicos en un ambiente cálido y moderno.
Y entre sus amenidades, que incluyen salones para eventos y reuniones, también se suma un impactante fitness center, posiblemente uno de los más grandes gimnasios dentro de un hotel en Manhattan.
Sin dudas, el Conrad New York Midtown Hotel que hay que visitar. Y si es posible, más de una vez.
