REVIEW Hotel Acqualina Resort Sunny Isles: lo mejor de Miami
Un paraíso de casi dos hectáreas, con 98 habitaciones y suites impecablemente decoradas, en una de las mejores zonas para alojarse
Norberto Sica
Uno puede viajar a Miami y encontrar una ciudad distinta a medida que la recorre por sus diferentes barrios y urbes que la rodean y se conectan entre sí. Pero sin dudas, Sunny Isles Beach sobresale cada vez más como el lugar para alojarse para aquellos que buscan una combinación especial de playas blancas que nos dejan nadar en el Océano Atlántico, sus residencias de lujo y su ambiente elegante y amigable. Emplazado con sus 50 pisos de altura, y con vistas del amanecer o atardecer que ya de por sí son un placer a los sentidos, se levanta Acqualina Resort & Residences on the Beach.
El complejo que combina un hotel resort con unidades residenciales, fue galardonado una y otra vez por su nivel, servicio y atención. Es imposible no sentirse a gusto.
Podríamos hasta decir, que los huéspedes se / nos alojamos en Acqualina no sólo para conocer Miami, sino para vivir la experiencia Acqualina, que es definitivamente única.
Sunny Isles es conocida como la Riviera del estado de la Florida, por sus condominios, autos de lujo, un ambiente más tranquilo y silencioso que el de South Beach, al que se puede llegar en poco minutos en auto, al igual que a otras zonas como Bal Harbour o el famoso shopping Aventura Mall.
El diseño tiene toda la opulencia mediterránea, con sus techos abovedados, candelabros y lámparas de gran tamaño, mármoles, estatuas, cuadros, cascadas, tejas de estilo español y piedra caliza.
La playa y sus piscinas llevan la marca Acqualina reconocida a la distancia con sus sofas y sombrillas coloradas, que se funden con arbustos de un verde intenso, rodeados por las aguas azules del océano y la playa que se luce con encanto.
Un paraíso de casi dos hectáreas, con 98 habitaciones y suites impecablemente decoradas, a las que se suman 188 residencias de clase mundial.
Las gigantescas habitaciones, de las más grandes que podamos encontrar en Miami, están ambientadas con una paleta de colores tenues, grises y cremosos con toques dorados.
La espaciosidad y distribución de los ambientes, nos permiten disfrutar aún más del resort, con un gran living con sillón y pantalla de televisión de alta resolución, un amplio balcon terraza, una cocina con comedor independiente completamente amoblada, dos baños (el principal con bidet, algo que el público de Argentina apreciará con satisfacción), un escritorio con sofá cama y, por supuesto, un dormitorio principal.
Los baños de mármol siguen la tendencia de lo grandilocuente, con duchas y bañeras de hidromasajes, doble bacha y amenities de ESPA.
Cuando pensamos en relax, además de la playa, cuenta con tres piscinas estratégicamente distribuidas y cuidadas, más el primer spa de la marca ESPA en los Estados Unidos, un exquisito santuario de casi dos mil metros cuadrados.
Las propuestas gastronómicas de Acqualina Resort son variadas, comenzando con el Il Mulino con su estilo italiano, siguiendo con el nuevo restaurante japonés Ke-UH y Costa Grill al aire libre.
Hay tanto para enumerar, que seguramente siempre nos quedemos cortos. Porque cada detalle es cuidado. Desde que arribamos al hotel y nuestras maletas mágicamente llegan a nuestra habitaciones, o cuando nos relajamos en la playa y junto a nosotros aparece una jarra de aguas saborizadas o una helada limonada.
La primera vez que nos alojamos en Acqualina Resort fue en 2017. Ahora, cuatro años después, el complejo sigue posicionado como uno de los mejores hoteles del estado de Florida y un resort absolutamente mágico, que nos deja buenos recuerdos y muchas ganas de volver. Y ya eso, dice mucho.