REVIEW Hotel Schweizerhof Lucerna: vistas únicas e historias mágicas

Suiza es uno de los países que puede presumir de tener algunos de los mejores hoteles del planeta en el que se alojan reyes, reinas, princesas, príncipes, actores, actrices, escritores, políticos, cantantes y músicos dentro de un largo listado. Y si queremos sentirnos, aunque sea por una noche, como Mark Twain, Roger Moore, Richard Wagner, Neil Armstrong, la reina Isabel II, Winston Churchill o Anastacia, sólo tenermos que elegir el hotel Schweizerhof Lucerna, situado a orillas del lago homónimo a la ciudad y a metros de la «old town».

Con una fachada reconocible a la distancia, el hotel Schweizerhof Lucerna abrió sus puertas por primera vez en 1845, y con el correr de los años se fue expandiendo. Es uno de los pocos hoteles de Suiza que es considerado un bien cultural de importancia nacional y edificio protegido.

Desde su gran fachada neoclásica a sus techos de yeso moldeados, y numerosos óleos, columnas de mármol y antiguos objetos de arte, la arquitectura del hotel Schweizerhof Lucerna es espléndida. Detalles originales que datan de 1845 se mantienen en perfecto estado.

Además de su excelente ubicación y sus vistas panorámicas hacia las montañas y parte de la ciudad, los húespedes podemos encontrar un programa de eventos de primer nivel, albergando conciertos y festivales de renombre.

El hotel ofrece 101 habitaciones y suites, que van desde los 25 metros hasta los 65 metros cuadrados, distribuidos en los cuatro pisos del edificio de forma rectangular.

Cada habitación es única para que los huéspedes tengamos experiencias absolutamente personalizadas. Objetos particulares y elementos de diseño convierten a los cuartos en 101 historias completamente diferentes, manteniendo el perfil de elegancia, cultura, refinamiento y modernidad.

Los cuartos cuentan con una paleta de colores neutros y respaldares acolchados.

Junto a nuestra pantalla de tv, tendremos una barra de sonido, una máquina de café de cortesía y, dependiendo de la habitación o suite elegida, también contaremos con un escritorio, una sala de estar y comedor independientes, y, hasta, un siempre bienvenido balcón.

Además, sus baños de mármol con bañera y ducha independiente, ofrecen gran espaciosidad y una cómoda distribución.

En gastronomía, el restaurante Galerie sobresale entre las opciones culinarias, con sus platos internacionales y los clásicos europeos, incluyendo sus desayunos buffet.

El hotel no podría estar completo sin contar con enormes salones para eventos, un sector de spa y wellness y un fitness center.

Sin dudas, un recorrido por Lucerna merece una estadía o, al menos, una visita al hotel Schweizerhof, por sus vistas únicas, por sus historias mágicas y por una cultura dedicada a satisfacer a sus invitados.