REVIEW Hotel Trump Las Vegas: exclusivo, único y con las mejores vistas

Las Vegas es una ciudad pensada para el entretenimiento en pleno desierto de Mojave. Pero también, es el hub para llegar a algunos de los atractivos naturales más maravillosos de Estados Unidos: desde el Gran Cañón del Colorado al Cañón del Antílope. Y allí, ostentando su fachada de piel de vidrio dorada, se levanta con su personalidad única e inconfundible, el hotel Trump Las Vegas.

Hay varios denominadores en común en los hoteles con el sello Trump: la atención personalizada del staff es impecable, así como la amabilidad, la sensación de exclusividad y la elegante decoración de sus habitaciones y suites. Y el Trump Las Vegas no es la excepción.

Su silueta es fácilmente visible desde varios puntos de la ciudad, gracias a su ubicación privilegiada frente al Fashion Show Mall, y sus 64 pisos de altura con sus vidrios exteriores impregnados de oro. ¿Acaso podría ser de otra forma?

El hotel ofrece vistas excepcionales de las colinas que rodean a Las Vegas y de The Strip, en una propuesta completamente diferente a la mayoría de los establecimientos en la ciudad, ya que no cuenta con casinos o máquinas o mesas de juegos, apuntando a los viajeros que buscan el placer, el relax, la privacidad y la calma, en una ciudad que nunca descansa.

Comenzando por el gran lobby, que concentra la recepción y el restaurante principal, incluyendo una tienda con productos con el sello Trump, todos los espacios públicos sobresalen por sus mármoles pulidos, bordes dorados y grandes candelabros de cristal.

Las casi 1.300 habitaciones y suites del Trump Las Vegas ofrecen ventanales de piso a techo con panorámicas directas del paisaje de Nevada y la ciudad circundante, con muebles de madera que le dan un toque de sofisticación a cada una de los cuartos y penthouses de 1, 2 y hasta 3 dormitorios.

Y no importa el tamaño o categoría de habitación elegida. Nos encontraremos en la mayoría de los casos con una amplia cocina con todo el equipamiento para sentirnos en nuestro propio apartamento, e incluso, en cuartos de categoría superior un living separado.

Todo esto sin olvidar los penthouses que llegan hasta los casi 300 metros cuadrados, con tres cuartos, tres baños, una enorme cocina y un living comedor impactante, siempre con vistas que son de ensueño.

El sector wellness incluye un spa de 1.100 metros cuadrados que propone una amplia selección de tratamientos, al que se le suman un gimnasio con equipos de última generación y una impresionante pileta de más de 30 metros con una gran terraza y solarium, rodeada de reposeras y cabañas privadas.

En gastronomía podemos disfrutar de platos clásicos, con menús innovadores y cócteles creativos pensados para los viajeros más exigentes.

Siempre que en una ciudad nos encontremos con un hotel Trump, sabremos que es una opción que no podemos dejar pasar, con la garantía de que todo fluirá armoniosamente para vivir una experiencia superior, en un blend más que apetecible de elegancia, lujo, refinamiento y exclusividad.