REVIEW Hyatt Regency México City: un hotel con ubicación inmejorable

Encontrar el hotel ideal en Ciudad de México no resulta una tarea sencilla. Habrá que sopesar qué tipo de actividades se desea realizar, las distancias a recorrer y los días disponibles.

Más allá de las dificultades del caso, un primer filtro que podemos aplicar es el de la ubicación. Una decisión correcta nos permitirá movernos de manera estratégica por una ciudad en la que circulan a diario más de 10 millones de personas.

El hotel Hyatt Regency es sin dudas una gran alternativa. Emplazado en el coqueto barrio de Polanco, nos brindará la posibilidad de llegar a cualquier destino en menos de media hora, lo cual resulta un tiempo más que aceptable para la capital mexicana.

El establecimiento cuenta con 755 habitaciones y suites, distribuidas a lo largo de 43 pisos, en los cuales los huéspedes podrán encontrar, además, una serie de amenidades y servicios con altos estándares de calidad.

Regresando al capítulo sobre la estratégica ubicación del hotel, un dato importante es que cuenta con una estación de subte a escasos 50 metros, lo que permite desplazarse desde allí hasta casi cualquier punto de la ciudad de manera rápida y sin contratiempos.

Otro plus es que al estar emplazado sobre Paseo Reforma, una gran cantidad de atractivos se encuentran sobre la misma arteria. Algunos incluso a distancias recorribles a pie: hay una entrada al bosque de Chapultepec a 500 metros, el Museo de Antropología está a menos de un kilómetro y la calle Presidente Masaryk (donde se instalan las principales tiendas de Polanco) requiere una caminata de 5 minutos.

El edificio en sí bien merece una visita, ya que al momento de su finalización (a finales de la década de 1980) fue la cuarta torre más alta de la ciudad. A pesar del paso del tiempo, hoy sigue siendo el punto más alto del distrito Polanco.

Una vez ingresado al hotel uno puede toparse con un amplio y luminoso lobby, donde además de realizar los procesos de check in y check out podemos degustar una bebida de cortesía.

Ya registrados podremos dirigirnos hacia la habitación. En ese camino tendremos otro de los diferenciales del Hyatt Regency: cinco de los diez ascensores del complejo son de alta velocidad.

Dependerá de la tarifa que hayamos abonado si nuestro dormitorio cuenta o no con vista al frondoso Bosque de Chapultepec. Caso contrario observaremos de manera franca el Parque Lincoln, un tradicional espacio verde de Polanco que cuenta con lago artificial y teatro.

Todos los huéspedes del hotel contarán en sus habitaciones con áreas de trabajo, aire acondicionado y calefacción con control individual, televisión con pantalla plana, cafetera y minibar.

En lo que respecta a los restaurantes, el hotel brinda diferentes posibilidades en función de los diferentes paladares.

Para quien se interese por la cocina latina, la recomendación es tomar una mesa en Rulfo, que se ubica en la planta baja. Desde ceviches y tacos hasta carnes de diferente tipo, hay gran variedad para elegir.

Otra experiencia se vive en Yoshimi, un espacio dedicado a la cocina tradicional japonesa. De la misma forma, Teppan Grill sirve carne, pescados y mariscos frescos en la parrila estilo Teppanyaki.

Los amantes de dulces tendrán su lugar en la pastelería Amado, donde se preparan panes rústicos y algunos pasteles con diversa tradición. Parte de su producción se sirve en los desayunos que brinda el hotel.

Otros espacios destacados son el centro de negocios, la piscina cubierta climatizada, la terraza al aire libre y el fitness club, todos ambientes ubicados en la primera planta.

Como puede observarse, además de la ubicación, el hotel Hyatt Regency ofrece más de un atractivo para transformarse en el hotel ideal para nuestros días en la Ciudad de México.