REVIEW Mandarin Oriental Ginebra: el hotel de Suiza que marca la diferencia
Desde su ubicación privilegiada a su restaurante de cocina peruana Yakumanka, todo fluye con perfección en el Mandarin Oriental Ginebra
Norberto Sica
Exhalar, sentir nuestra mente, percibir cada pequeño aroma, disfrutar del placer de ver paisajes de película, sentir el tacto de las telas de los sillones o el algodón de las sábanas. Sumergirnos en la magia de la historia, sentirnos reyes o reinas por un rato y volver a exhalar. Bienvenidos al hotel Mandarin Oriental Ginebra.
Ubicado en una zona clave de la ciudad, frente al sobrio río Ródano, el más importante de la vertiente mediterránea, rodeado de los principales distritos culturales, de compras y paseos, con su casco histórico o la estación de trenes a minutos caminando.
Esta propiedad abrió originalmente sus puertas en 1950 como el Hotel du Rhône y fue el primero que se construyó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Desde sus inicios, fue considerado el más lujoso de la ciudad y el único en ofrecer el máximo lujo en su momento, con baños en suite en cada habitación.
Su apertura, coincidió con la llegada de la sede europea de las Naciones Unidas a Ginebra y pronto quedó claro que el hotel marcaría una tendencia de lujo y servicio, recibiendo a huéspedes prominentes, desde la realeza a artistas y políticos internacionales. Hoy, ya convertido -desde principios de este siglo- en Mandarin Oriental Ginebra sigue siendo eje del refinamiento y la elegancia de un hotel de lujo de clase mundial, además de ser un claro exponente de la legendaria hospitalidad de Suiza.
El hermoso lago de Ginebra es el corazón y pulmón de la ciudad, por lo que hay que aprovechar al máxima la ubicación del MO, dando un paseo por la orilla del lago o sirviendonos de escenario para una fotografía de ensueño con la fuente Jet d’Eau.
El equipo de CONOCEDORES.com® se alojó en un gran número de propiedades de MO en los cinco continentes, y en el caso del Mandarin Oriental Ginebra fue la segunda visita, que conllevaba una ocasión especial: el cumpleaños de uno de los miembros del equipo.
Son muchas las razones de porqué es una de las mejores cadenas de hoteles de lujo, y quizás, una de las más importantes es la experiencia personal que los huéspedes conseguimos.
El lobby es cálido con una marcada prevalencia de tonos tierra y dorados, que sirve de hub no sólo para ir a nuestra habitación, sino para hacer escala en cada una de las propuestas gastronómicas.
La suite escogida para alojarnos se ubicaba en el séptimo y último piso del hermoso edificio histórico, y estaba cuidadosamente decorada para la ocasión, con globos de bienvenida, una torta de cumpleaños, chocolates, frutos del bosque y champagne Laurant Perrier, además de una carta de felicitaciones para la ocasión.
El hotel cuenta con 181 elegantes y espaciosas habitaciones y suites, muchas de las cuáles poseen terrazas privadas con vistas supremas del río, el casco antiguo y las formaciones montañosas, que, si tenemos la suerte de llegar en la temporada invernal, las veremos con sus picos nevados.
La decoración invita con glamour al relax, con la elección de cálidos tonos tierra, suaves alfombras, cómodos baños de mármol con duchas y bañeras.
Y los desayunos a la habitación son el toque de gracia para arrancar el día con una sonrisa.
En 2019, Mandarin Oriental Ginebra abrió Yakumanka, un auténtico restaurante de ceviche, con una cálida y acogedora decoración con acentos marinos, especial para disfrutar del clásico ceviche peruano o los tiraditos y woks de lomo salteado o el arroz con mariscos, los calamares chifa y el anticucho de pollo, y, por supuesto, postres como La Lechera o Cachanga.
Además, podremos encontrar un sector exclusivo para una cena privada y disfrutar, por ejemplo, de una imperdible fondeu de queso.
El bar del hotel ofrece una emocionante selección de cócteles a base de pisco, el famoso brandy peruano.
Podremos encontrarnos, además, con un fitness center con sus máquinas de entrenamiento y aeróbicos que fue ampliado en los últimos años con un sector especial llamado Yoga Studio que suma en un sector privado un espacio para realizar yoga con la posibilidad de agregar clases virtuales.
Además, hay una serie de amplios salones para eventos perfectamente adaptables para cualquier ocasión, ya sea de placer o de negocios.
Elegir Mandarin Oriental habla de un huésped que conoce de los pequeños y grandes placeres de la vida. Y el MO Ginebra, sabe con creces, hacernos disfrutar a pleno.