REVIEW Park Hotel Vitznau: a minutos de Lucerna, una Suiza 5 estrellas
El único en su tipo Park Hotel Vitznau sobresale por su gastronomía, su enorme spa, su decoración y ubicación rodeado de un lago y montañas
Norberto Sica
Un lugar que convierte una cena en una verdadera experiencia gastronómica. Un espacio para descubrir los secretos del fascinante mundo de los vinos, con la bodega privada más grande de Suiza. Un rincón para vivir momentos de relax como nunca pensamos. Un castillo soñado que quisieramos convertirlo en propio. Así, se siente llegar al único en su clase Park Hotel Vitznau.
Ubicado a corta distancia de la ciudad de Lucerna, este fascinante destino es accesible en coche, en barco o en tren. El carácter de exclusividad del Park Hotel Vitznau se traslada hasta los minutos previos al arribo. Si llegamos en tren, una coche privado nos irá a buscar a la estación. Si llegamos en barco, podremos atracar en su propio embarcadero.
Vitznau en un pequeño poblado lindero a Rigi, en los Alpes Suizos, considerada la crema de las montañas de Suiza. Y la construcción del hotel fue pensada para que esté en absoluta armonía con la naturaleza.
El hotel abrió sus puertas por primera vez en la primavera de 1903, cuando el hotelero Josef Anton Bon, cuidó hasta el último detalle para la inauguración.
Con más de cien años de historia, entre 2009 y 2013 la propiedad pasó por un extenso proceso de remodelaciones, en el que se inviertieron unos 300 millones de francos suizos, para hacer del Park Vitznau un referente en la industria de la hotelería, no sólo de Suiza, sino también de toda Europa.
Una vez arribados al hotel nos encontramos con una fachada histórica, propia de sus orígenes, y un interior absolutamente moderno, con paredes de cristal o puertas que se abren automáticamente, o un ascensor vidriado en el que podremos observar pinturas mientras subimos o bajamos por él.
No hay nada que falte ni falle: una decoración de lujo, lago, montañas y gastronomía mundialmente premiada.
Cuando arribamos a una de las 48 suites, encontraremos con que cada una de ellas, fue decorada especialmente. No hay dos suites iguales y cada una está orientada a alguna de las temáticas del hotel: Vino y Gastronomía, Arte y Cultura, Salud y Bienestar.
Antes de llegar a nuestro cuarto nos daremos cuenta de la pasión, más allá del dinero, que se invirtió en el edificio. De hecho, los pisos o niveles, son más bien galerías de arte.
La suite en la que nos alojamos contaba con una sala de estar y dormitorio separados, un amplio vestidor, un baño de granito con luz natural, bañera y ducha independiente, y dos balcones, uno más pequeño y uno más amplio en formato terraza.
Los desayunos a la habitación son otro mimo para los viajeros que disfrutan de combinar la paz, la tranquilidad y privacidad de la suite, con el refinamiento de sabores elegidos con precisión.
Detrás de sus muros centenarios se encuentra la bodega privada más grande de Suiza, con más de 48 mil botellas de vino en una colección valorada en más de 30 millones de francos suizos.
Las seis bodegas están divididas por región (Francia, Nuevo Mundo, Viejo Mundo, Château d’Yquem, Champagnes y Rarities) y se presentan de manera similar a un museo de una manera que encanta a los visitantes.
Almacenadas cuidadosamente en vidrio, madera y piedra, las botellas se encuentran ordenadas por su procedencia y con más de cuatro siglos de historia del vino para compartir.
La aventura culinaria tienta hasta los paladares más exigentes en uno de sus restaurantes premiados con tres estrellas Michelin.
Además, en la temporada invernal, una opción para cenar son unas atractivas góndolas junto al lago, para saborear fantásticas fondues de queso.
El impresionante spa que ocupa la planta baja nos recibe con una enorme pescera con peces de distintos colores, para darnos la bienvenida al sauna finlandés o las salas de relajación, al único en su tipo Tepidarium para tumbarnos entre la luz y música delicada, o a la asombrosa piscina infinita de 20 metros de largo, o simplemente elegir algún tratamiento facial o corporal con productos de La Prairie. ¿Por dónde empezar?
Si uno busca una experiencia para cada uno de los sentidos, la elección en Suiza, sin dudas es alojarse en el Park Hotel Vitznau. Son de esos lujos, que hay que darse, al menos una vez en la vida.