REVIEW Pullman Quay Grand Hotel: un balcón a la bahía de Sídney

Circular Quay de un lado. Los Jardines Botánicos Reales del otro.

Alojarnos en el Pullman Quay Grand Sydney Harbour es palpitar con sonidos y vistas que se complementan.

Es ver la ciudad desde una lente especial.

Su ubicación es realmente excepcional. Se encuentra frente a la terminal fluvial más importante de Sídney y al Royal Botanic Garden, con su centenaria colección de flores, plantas y árboles. Esa cercanía con Circular Quay, permite ademas, conexiones directas con los principales atractivos como las playas de Manly o el reconocido zoólogico Taronga.

Y, literalmente, es el hotel que se encuentra más cerca del Opera House, a pesar de no tener una vista directa de él.

El Pullman Quay Grand Sydney Harbour propone habitaciones de estilo apartamento, en las que uno puede encontrarse con cocinas totalmente equipadas, lavadero, comedor, sala de estar, dormitorio y baños con bañera de hidromasajes.

La amplitud de los cuartos no sólo se siente físicamente sino visualmente, gracias a sus ventanales de piso a techo.

Entre sus amenities se encuentran su piscina y gimnasios ubicados en el cuarto nivel, que también cuentan con una vista directa a Circular Quay.

El fitness center es amplio, con distintas máquinas para un buen entrenamiento, algunas de ellas, by TechnoGym.

En gastronomía los productos frescos de temporada y locales, forman parte de una carta que incluye una impresionante lista de vinos.

El Q Dining está abierto tanto para el desayuno, como el almuerzo y la cena, siempre con la energía reluciente de la bahía.

Si uno busca un lugar estratégico y especial, en el corazón de Sydney, el Pullman Quay cumple esa premisa, y la excede.