REVIEW Ritz-Carlton Bal Harbour Hotel: un Miami más exclusivo

Bal Harbour es una de las villas más exclusivas del condado de Miami-Dade y uno de los destinos favoritos de los que buscan mucho más que playas y compras. Sin dudas, la elección de alojarse en el Ritz-Carlton Bal Harbour trae cuotas medidas con precisión de relajación, disfrute, privacidad y armonia, para lograr unas vacaciones de privilegio.

Bal Harbour está ubicado en el extremo norte de Miami Beach. Es la isla más septentrional de una cadena que se extiende hacia el sur hasta Key West, en donde un puente conecta Bal Harbour con el parque Haulover Park al norte.

Viajando cien años hacia la década de 1920, una corporación con sede en Detroit poseía unos terrenos sin urbanizar y parcialmente pantanosos que se extendían desde la bahía hacia el Océano Atlántico. Lentamente se convocó a urbanistas para desarrollar el lugar cuyo nombre original fue el de Bay Harbour. Sin embargo, como el nombre no convencía se inventó la palabra Bal. La B se tomó de la palabra Bahía, y la A y la L de Atlántico. De ahí, surgió Bal Harbour.

Ubicado a lo largo del Océano Atlántico, el Ritz-Carlton Bal Harbour es sin dudas el hotel para sentirse consentido desde el primer instante que se pisa la propiedad, ya sea en su spa de lujo, en su piscina, en su playa semi privada, o en sus habitaciones con amplios balcones con vistas increíbles vistas panorámicas.

Todo lo que los huéspedes desean está aquí, desde ingredientes culinarios del mar a la mesa, a tratamientos frente al mar.

Quien quiera salir de compras, podrá caminar sólo cinco minutos o tomar su coche y llegar a Bal Harbour Shops, para disfrutar de uno de los centros comerciales al aire libre más lujosos, con marcas como Gucci, Chanel, Louis Vuitton, Prada o Versace y tiendas departamentales como Saks.

Si uno desea hacerse una escapada a la siempre vibrante South Beach o al cada vez más creciente barrio de Brickell, sólo tendrá que conducir por unos 15 minutos.

Siguiendo la filosofía de lujo de los hoteles de la marca, encontraremos grandes espacios, ya sea en las áreas comunes o en las habitaciones. Y para remarcar el caracter de privacidad, tendremos un ascensor semi privado que nos conducirá a nuestro cuarto.

Las 95 habitaciones están distribuidas en cuatro torres, proponiendo sólo dos habitaciones por piso, lo que garantiza la privacidad que tanto resaltamos. De hecho, se pueden anexar las dos habitaciones y tener un piso exclusivo.

Los cuartos son elegantes con muebles contemporáneos, utilizando tonos neutros, con una paleta de colores que hace referencia a la puesta del sol, con detalles en rosa pastel y naranja que se funden entre sí. Y quien quiera disfrutar de un café, sabrá darle buen uso a la máquina Nespresso de cortesía, y para los que busquen un espacio de trabajo, el escritorio resulta amplio y funcional.

Los amplios baños incluyen bañeras independientes con vistas al océano y la estratégica distribución de los espacios, hace que los huéspedes disfrutemos a pleno.

El lobby se destaca por la utilización de colores oscuros, suelos de mármol pulidos y una colección de arte, valuada en varios millones de dólares.

En gastronomía, The Artisan Beach House, es un restaurante luminoso y soleado con líneas limpias y una mezcla eclécticamente atractiva de muebles y platos para todo el día.

Su piscina y playa privada son unas de las mejores de Miami, gracias a su terraza elevada y su ubicación con vistas del agua de 270 grados.

Y sumado a su spa, su fitness center tiene vistas al Océano y a la piscina, con equipos de entrenamiento de última generación.

Sin dudas, el océano inspiró a los creadores del Ritz-Carlton Bal Harbour, un santuario rodeado de agua, playas, lujo y suntuosidad por donde se lo mire.