REVIEW Sin Tiempo Para Morir: el gran final de Daniel Craig como 007

La película de James Bond, Sin Tiempo Para Morir (No Time To Die), la quinta y última participación de Daniel Craig como el Agente británico 007, llegó hace dos semanas a los cines de Latinoamérica, después de varias postergaciones, y es interesante hacer una revisión de la despedida del actor de este personaje, mientras hace su recorrido en las salas, ya que por ahora no hay anuncio de su llegada a una plataforma de streaming.

La trama presenta a un Bond habiendo dejado el servicio activo, pero su paz es efímera cuando su viejo amigo de la CIA, Felix Leiter, aparece pidiendo ayuda, lo que lo lleva tras la pista de un misterioso villano armado con nueva y peligrosa tecnología.

Así, Craig en el rol estelar, se despide con una historia que buscará cerrar lo iniciado en 2006, en su debut en el personaje en “Casino Royale” y vuelve a enfundarse en su clásico smoking para cumplir la misión que le han encomendado.

¿El objetivo? Rescatar a un científico, una tarea que en un principio no parece demasiado complicada, pero que pronto se torna más difícil de lo esperado. Bond seguirá el rastro a un misterioso villano que se vale de peligrosa e innovadora tecnología para poner en marcha sus planes.

“Sin tiempo para morir” es la 25ª entrega de la exitosa saga y es la última película en que Daniel Craig le da vida al agente 007, tras haber protagonizado los cuatro filmes anteriores: “Casino Royale” en 2006, “Quantum of Solace” en 2008, “Operación Skyfall” en 2012 y “Spectre”, en 2015, siendo James Bond, una de las franquicias más lucrativas del mundo del cine.

A su vez, este largometraje es uno de los más importantes para el estudio MGM debido a su presupuesto, uno de los más altos de los últimos años: 250 millones de dólares. De esta manera, el film llegó a los cines luego de haber sufrido las consecuencias de la pandemia con tres reprogramaciones. Pero, además, el rodaje de la película estuvo rodeado de incidentes: primero Danny Boyle abandonó la dirección y lo reemplazó Cary Joji Fukunaga. Luego, Daniel Craig se lesionó, por lo que el rodaje tuvo que detenerse.

Sin Tiempo para Morir: el James Bond más carnal

El cierre de la saga con Daniel Craig, es una épica para su héroe de carne y hueso, quien siempre dejó ver como sus heridas materializan la tragedia, mientras surgen nuevos y sentidos amores con lágrimas, un precisa cuota de humor, que acerca los límites de lo posible como nunca antes.

Cari Joji Fukunaga consigue la película más física de todas, capaz de potenciar sus escenas más espectaculares al unirlas con los conflictos más hondos, arraigados en la historia misma del agente secreto creado por Ian Fleming y la tradición de espías de la que se despide.

“Sin tiempo para morir”, al igual que las películas de Bourne o las de “Misión: Imposible”, hacen su recorrido de espionaje internacional viajando rápidamente de un país o de un continente a otro, con persecuciones, peleas cuerpo a cuerpo y extensos tiroteos.

Pero nada nunca fue gratis para ese Bond carnal, que sangra, ama y sufre, a diferencia de sus antecesores, es más sensible, algo que hace años, hubiera sido una afrenta. Pero aquí y ahora el Agente de Craig, es como uno más, que se enfrentan a destinos trágicos que cambiarán el rumbo de su vida para siempre. Y esto los fanáticos lo aceptaron.

Esta película, intenta adaptar también, a James Bond a los tiempos que corren, evitando que cosifique a las bellas mujeres de siempre y volviéndolo vulnerable a la dura vida del agente secreto con licencia para matar, pero eso sólo puede convencer a quienes no han visto nunca la era de oro de 007, pero difícilmente a sus verdaderos fans.

Igualmente, “Sin tiempo para morir” tiene muchos elementos de los Bond anteriores a Craig. Desde científicos rusos, autos con armas y gadgets increíbles, hasta chicas Bond fantásticas (Ana de Armas parece ser la que más se divierte en toda la película) y una isla desierta.

Una trama despareja

El film mantiene, en su primera mitad, al espectador acérrimo del agente 007 en un lugar cómodo, con acción, intriga y el humo característico. Sin embargo, a medida que vamos pasando la mitad de las casi tres horas de metraje, la cinta comienza a ponerse más oscura y densa, aunque no por eso menos heroico y épico.

Así, la trama, presenta algunos baches narrativos, que solo son cubiertos por las sólidas escenas de acción, mostrando a este Bond retirado en Jamaica, que está pescando tranquilo cuando viene la CIA y lo convence de que los ayude en Cuba (esta es la segunda vez que 007 visita la isla.

Allí comienzan los ataques de los dos flojos villanos Christophe Waltz como Blomfeld, y un enmascarado Rami Malek que daba para más. Igualmente, es interesante como este villano interpela al espectador cuando plantea que tanto Bond como él son dos caras de la misma moneda: ambos matan para lograr su objetivo.

Por otra parte, la cinta recupera el humor, una marca registrada del personaje en el cine, sumando una buena cantidad de diálogos ácidos y citas autorreferenciales que logran entroncar al 007 de Craig dentro de la mejor tradición del espía, convertido en uno de los más grandes íconos de la historia del cine.

“Sin tiempo para morir” es una película disfrutable para los fanáticos de la saga como para los que no lo son y simplemente buscan una buena de acción. El relato tiene sus momentos destacables, pero evidentemente, las casi tres horas atentan contra el resultado final, sobrándole unos cuantos minutos.

En definitiva, “Sin tiempo para morir” ofrece un final a la medida del enorme trabajo de Daniel Craig en estas cinco películas, dejando huella con su personaje, y convirtiendo a su James Bond un gran héroe de carne y hueso, que tendrá que reinventarse con un o una nueva protagonista.