Saliendo del circuito tradicional de monumentos, es uno de los edificios más atractivos de la capital de Estados Unidos. Su ubicación lo pone a minutos caminando de la Casa Blanca y su emplazamiento sobre la histórica Av. Pensilvania, le da un atractivo extra. Su slogan, «cuando la historia se une con el lujo», puede servir para empezar a entender porqué el Trump International Washington, es uno de los mejores hoteles del país.
[Nota de la redacción: a partir de mediados de 2022 el hotel fue renombrado como Waldorf Astoria]
Historia viva
La construcción del edificio fue aprobada en 1880, comenzó en 1892 y se completó en 1899, para dar lugar a la Oficina de Correos de Estados Unidos. Su emplazamiento fue estratégico para revitalizar una zona que en su época, había quedado a mitad de camino entre el Congreso y la Casa Blanca. Fue utilizado como sede del correo hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914.
Arquitectura de alto vuelo
Si hay algo que llama la atención del lugar, es que es el tercer edificio más alto de Washington DC, una ciudad caracterizada por estructuras bajas, pero que en este caso sobresale gracias a su reloj de torre a 96 metros de altura, que alberga las Campanas del Congreso y ofrece vistas panorámicas de una forma única. Su estilo refleja la arquitectura del Renacimiento Románico de los Estados Unidos del Siglo XIX.
Washington llama
El hotel está atractivamente ubicado a cinco minutos caminando de la muy conocida dirección del 1600 Pennsylvania Avenue, la Casa Blanca, a pocos pasos del centro comercial, del Capitolio, y en el corazón del histórico Triángulo Federal, lindero al edificio William Jefferson Clinton y el IRS.
Habitaciones y suites de ensueño
El Trump International Washington cuenta con 263 habitaciones y suites, de gran tamaño, con cielorrasos elevados de casi cinco metros, grandes ventanales, candelabros y arañas de reluciente cristal y muebles de madera minuciosamente pulida.
No hay ningún detalle que no haya sido cuidado al máximo en el proceso de restauración y decoración. La amplitud y el estratégico layout, permiten que los huéspedes disfrutemos realmente del confort, ya sea en la propia habitación, como en los lujosos baños de mármol con bañeras independientes, paredes con paneles tapiz, grifería dorada por doquier y amenities exclusivos.
No hay dos habitaciones iguales. Todas tienen su propia personalidad, manteniendo una identidad que nos permiten darle un vistazo a la historia norteamericana, mientras disfrutamos de un servicio verdaderamente cinco estrellas.
Y como broche de oro, dos suites de lujo se llevan todas las miradas. La Trump Townhouse, con entrada privada por la Av. Pensilvania y una superficie de casi 600 metros cuadrados distribuidos en dos plantas. Es la más grande de la ciudad y una de las más generosas de todo el país.
A ella, se le suma la Presidential Suite, una de las habitaciones más seguras, con una decoración en donde los detalles en color azul, reafirman el carácter de realeza asociado.
Un lobby para volar
El lobby es fascinante por su amplitud, por su decoración, por su visión de 360 grados, por su altura de nueve pisos, por su techo conformado por más de mil paneles de vidrio que dejan ingresar la luz del sol, ofreciendo un espectáculo visual muy particular. Una gigantesca bandera de los Estados Unidos, ocupa seis pisos de la estructura.
Mientras, una serie de paneles de tela que cuelgan del techo, dan un toque especial, y refuerzan el carácter histórico que se quiso conservar, ya que fueron instalados inicialmente en 1983 y fueron encargadas por el gobierno estadounidense como parte de un programa de arte y arquitectura para mostrar la vitalidad de las artes visuales.
Restaurantes para disfrutar
El hotel cuenta con el primer restaurante BTL Prime de la ciudad, a cargo del chef David Burke, un menú especializado en carnes, diseño clásico y vistas fantásticas del atrio y del reloj torre. Y no podemos dejar de mencionar los desayunos a la carta, que son una verdadera delicia.
En el lobby se erige también Benjamin Bar & Lounge, uno de los salones más lujosos de Washington, para disfrutar de innovadores cócteles, champán o incluso alguno de sus vinos o bebidas de la magnífica enoteca de la que el Trump puede estar más que orgulloso.
Bienestar de nivel mundial
Entre las amenidades destacadas del Trump, sobresale The Spa by Ivanka Trump, en un sector de casi mil metros cuadrados, con tratamientos elegidos cuidadosamente por Ivanka, luego de su vasta experiencia de probar las mejores propuestas en sus viajes por todo el planeta.
El impresionante fitness center cuenta con las últimas máquinas by TechnoGym pensadas para todo tipo de entrenamiento: funcional, aeróbico y muscular.
Un plus extra (uno más)
Como si algo le faltara al hotel, en el subsuelo encontramos una muestra que repasa la historia no sólo del edificio, sino de la ciudad, que nos permitirá hacer un viaje en el tiempo. Y, además, podremos subir al reloj torre para maravillarnos con panorámicas que pocas veces tendremos.
Impecablemente único
El Trump International Washington es lujo reimaginado. Es la historia que se despierta y nos da la bienvenida a un mundo ideal, a un hotel especial, singular, sin comparación. A uno de los mejores, de Estados Unidos. Chapeau!