The Chemists Club: el nuevo hotel en Nueva York para descubrir

Ubicado en el corazón de Manhattan, el Chemists Club, es el nuevo hotel en Nueva York que está pensado para conocer la Gran Manzana como un verdadero local. El alojamiento está dentro en un edificio de estilo Beaux-Arts que fue restaurado y tiene una combinación de la rica herencia de la ciudad y un estilo contemporáneo.

En su interior aloja 107 habitaciones y suites que fueron diseñadas cuidando cada detalle. entre las que se incluyen la exclusiva Suite Alchemy y la opulenta Suite Penthouse con terraza que ofrece vistas panorámicas de Manhattan.

Lo más destacado es su ubicación privilegiada en el 52 E 41st S, a solo minutos de sitios populares de Manhattan. Desde el High Line hasta el Bryant Park, la locación es el punto de partida ideal para todos aquellos viajeros que buscan explorar los lugares emblemáticos de la city.

Más detalles sobre The Chemists Club

En sus épocas doradas, el hotel fue un prestigioso club fundado en 1898, está situado en el 52 de la calle 41. Inicialmente ofrecía un espacio para que académicos y químicos industriales pudieran estudiar, reunirse y trabajar. El edificio de 10 pisos incluía un auditorio, un comedor, áreas sociales, una biblioteca y un museo.

Para esta apertura se realizó un renovación de piso a techo, que estuvo a cargo del estudio Ilmiodesign quien replanteó el nuevo diseño todo el inmueble y de todo el proyecto de interiorismo.

Ahora, desde que los visitantes ponen un pie The Chemists Club, la propiedad tiene como objetivo garantizar una experiencia personalizada para los huéspedes con comodidades y servicios de alta calidad, sábanas de algodón egipcio, colchones king size y de tocador exclusivos de Botanist & Chemist.

Entre sus amenidades, ofrece un gimnasio completamente equipado, sistemas de control de temperatura, espacio coworking, terraza y mucho más. Además, cuenta un servicio de conserjería para reservas en restaurantes, entradas para Broadway e itinerarios personalizados especialmente para cada visitante.

Aunque eso no es todo, también aloja Benjamin Steakhouse, un sofisticado restaurante. Allí, es el telón de fondo perfecto para deleitar la gastronomía local e intencional, disfrutar de coctelería de autor hasta divertidos happy hours.

Sin dudas, la restauración de esta propiedad revive un lugar emblemático que en el pasado fue un punto de encuentro para la comunidad científica y que ahora recibirá a una nueva generación de viajeros.