REVIEW Cotton House Hotel: la belleza marca tendencia en Barcelona

Cuando un hotel logra que su diseño y decoración nos sorpresa, es una buena señal. Si a eso le sumamos que se encuentra en un lugar con historia, mucho mejor aún. Y si a todo eso le agregamos que tiene la particularidad de hacernos sentir como en casa, el resultado es fantástico.

Eso es Cotton House Hotel en Barcelona.

Durante mi visita a Barcelona, decidí alojarme en Cotton House Hotel, y todas las buenas referencias que había recibido de esta propiedad que pertenece a Autograph Collection de Marriott, no hicieron en ningún momento que mis expectativas no se sobrepasen.

El hotel es hermoso desde donde se lo mire.

Ya desde el ingreso, podemos darnos cuenta que estamos ante un hotel diferente, en donde el diseño y la decoración no ha dejado librado nada al azar, y con un ambiente que nunca se olvida del factor cool.

Cotton House Hotel está ubicado sobre Gran Via de les Corts Catalanes y a solo pasos de si intersección con Passeig de Gràcia, y se encuentra en un edifico con mucha historia y que define su impronta.

Construido en el siglo XIX, fue originalmente la sede de la Fundación Textil Algodonera y luego convertido en el Gremio de Algodoneros, lo que ha llevado que al llegar a ser un hotel al día de hoy, el algodón quede como protagonista.

Desde la decoración, hasta los aromas hacen referencia al algodón.

Inclusive las habitaciones tienen nombres relacionados a ello.

La suite en la que me alojé es sencillamente fantástica. Se llama Damasco y fue en sus orígenes la principal de la familia.

Sus altos techos, la elección de los muebles y la combinación de lo clásico con lo moderno resulta en un ambiente único.

La iluminación también tiene su protagonismo.

Como todo el hotel, las habitaciones están ambientadas en el mundo del algodón, y lo encontramos en su aroma, decoración y productos.

Distribuidas en diferentes pisos, las habitaciones y suites varían en su decoración y ambientación, pero todas tienen la calidez que caracteriza al hotel.

Algunas tienen balcones o terrazas con vistas a la ciudad.

Aunque las habitaciones y suites son uno de los puntos fuerte del hotel, los espacios comunes.

La recepción se encuentra en la planta baja y cuenta con un particular living, ideal como espacio de descanso.

Hay dos escaleras principales que nos llevan hacia lo más alto, y una de ellas es reconocida escalera de 1957 que no se apoya en ningún momento en el suelo y es única en su tipo.

En el primer piso nos encontramos con uno de mis lugares favoritos del hotel, donde los techos deslumbran.

Podemos disfrutar de una copa o un café, leer o simplemente disfrutar del lugar.

En ese mismo piso, se encuentra la propuesta gastronómica de Cotton House Hotel.

Batuar, un placer para los sentidos

El restaurant y bar -que toma su nombre de la maquina que se utilizaba para prensar el algodón- tiene todo para que nos encante, y recibe tanto a huéspedes del hotel como a locales y visitantes que deseen disfrutar de una buena comida o un coctel en un ambiente muy agradable.

En ese lugar es donde tomamos el desayuno.

Con platos con lo mejor de la cocina mediterránea, Batuar está abierto desde la mañana hasta la noche de forma ininterrumpida.

El ambiente que se genera tanto para la comida o la cena es más que agradable.

Entre los cocteles, vale la pena probar Gossypium, insignia de Batuar.

Las croquetas, la burrata y el pulpo son mis recomendaciones en el restaurante.

El verano es el momento ideal para visitar el hotel, ya que tiene una amplia terraza con una gran ambientación y vegetación, donde podemos comer o disfrutar de los mejores cocteles.

No es el único espacio al aire libre de Cotton House Hotel, ya que en lo más alto, cuenta con una piscina.

Con plena vista a Gran Via de les Corts Catalanes, inclusive podemos ver la Sagrada Familia, una de las postales más atractivas de Barcelona.

Si hay algo que debo destacar del hotel es la calidez de su gente, y desde Alfredo Martinez a todo el equipo consiguen lo que muchos hoteles quisieran: hacernos sentir como en casa.

Cotton House es un hotel diferente y merece la pena elegirlo en nuestra próxima visita a Barcelona.