REVIEW Hotel Dazzler Polo Buenos Aires: concebido para ser atractivo

Desde su concepción Dazzler Polo parece haber sido pensado para dejarnos inmersos en una de las zonas más atractivas de Buenos Aires.

Sólo pocas cuadras nos separan de las principales embajadas, incluyendo la de Estados Unidos, los famosos Bosques de Palermo, el Rosedal, el Hipódromo, el Campo de Polo e incluso del shopping al aire libre Distrito Arcos.

Y si vamos incluso un poco más allá, a sólo diez minutos en coche, nos encontraremos con la famosa escultura metálica Floralis Genérica, realizada por el arquitecto argentino Eduardo Catalana, construida con materiales provistos por la compañía de aviación Lockheed Martin Aircraft.

Si hay otro punto del que Dazzler Polo puede presumir, es el relativo al espacio en sus 133 habitaciones. Sin importar la categoría, todos los cuartos son amplios.

La decoración es sobria, minimalista y con toques de color.

La sensación de comodidad se traslada al mobiliario y equipamiento de la cocina con elementos esenciales como frigobar, cafetera eléctrica, café y té de cortesía.

Las suites superiores cuentan con dos baños y ambientes vivídos entre el living/cocina y el dormitorio.

Los balcones son también extensos con piso de césped artificial, generando una buena sensación no sólo a la vista, sino también al relax general.

Y en el último piso se encuentra la piscina con un sector de solarium.

El desayuno buffet mixtura la tradición argentina, con variedades de frutas, jugos y platos calientes.

La relación precio/confort/ubicación lo pone como uno de los ganadores del paisaje de propuestas hoteleras en Buenos Aires.