El túnel submarino entre Nueva York y Londres

Es un proyecto faraónico, revolucionario y, definitivamente costoso. A finales de 2024 volvieron a surgir propuestas para construir un túnel submarino entre Nueva York y Londres, aunque se plantean muchas dudas. ¿Es realmente viable y útil? ¿Cuál será su costo? Y, ¿cuánto tiempo requerirá su construcción?

Un vuelo entre ambas ciudades demora aproximadamente unas 7 horas, por lo que la idea de un túnel submarino entre Nueva York y Londres necesariamente obligaría a que los tiempos sean considerablemente menores para que tenga un sentido práctico.

Entre las dos ciudades hay una distancia de 4.800 kilómetros. Si pensamos que para la construcción del túnel del Canal de la Mancha que mide sólo 37,6 kilómetros de largo, que une Inglaterra con Francia, se demoraron seis años, ¿cuánto tiempo tardarían las obras de un túnel con un distancia 127 superior? Unos 765 años para un túnel con esas características.

Pero aquí se plantea una idea distinta.

Con los avances en la llamada tecnología de tubos de vacío, se cree que el proyecto puede ser más viable. Al crear un vacío dentro del túnel y utilizar vehículos presurizados, los trenes que viajen por la estructura podrían avanzar teóricamente a velocidades de unos 4.800 kilómetros por hora, lo que haría que el viaje demorara apenas una hora. Toda una revolución.

Por un lado, el costo de los trabajos está estipulados en unos 20.000 millones de dólares.

A pesar de las conversaciones, aún no hay un diseño establecido para el túnel. Varias propuestas sugirieron un túnel debajo del fondo del océano, mientras que otras proyectaron construirlo sobre pilotes. Un diseño incluso propuso hacer que el túnel flotara, sujeto en su lugar por cables unidos al fondo del océano.

Los trenes que viajan a través del vacío fueron popularizados por Elon Musk, quien escribió un artículo en 2013 que proponía enviar cápsulas a través de un entorno de vacío para reducir la resistencia del aire. Actualmente, se están realizando pruebas de la tecnología en India y China, con planes de integrarla en sus sistemas ferroviarios de alta velocidad en todo el país.