REVIEW Hotel Baglioni Luna Venecia: irresistiblemente tentador

Italia tiene la característica de ser un país que a pesar de no tener una gran extensión geográfica, sí tiene una diversidad de propuestas que permiten vivenciar distintos paisajes e historias. Cada región tiene su propia magia, y Venecia, posiblemente, no sólo sea su ciudad más romántica, sino también una de las favoritas del planeta.

Con sus canales que componen un gran entramado a modo de calles que parten del Gran Canal, el corazón pulsante se encuentra en la Plaza San Marco, que alberga la Basílica, el Palacio Ducal y el Campanario de la basílica, que se erige a un lado de ella.

Una zona a la que mucho definen como «el mejor living room de Europa».

Además, el vecindario está rodeado de las principales tiendas de lujo, que incluyen desde Cartier, Louis Vuitton, Ermenegildo Zegna o Tag Heuer.

Y dentro de este marco de una gran tradición, nos encontramos con el Hotel Baglioni Luna, perteneciente a la cadena homónima de establecimientos de lujo, con propiedades no sólo en Italia, sino también en Reino Unido y Francia.

La compañía, que surgió a inicios de la década del 70, ha demostrado tener no sólo una predilección por las propuestas de alta gama sino por trasladar el arte, la cultura y la historia de cada una de sus localizaciones.

Y la de Venecia es una clara demostración.

Al hotel se puede llegar en el clásico vaporetto, cuya estación está a unos cien metros, o un taxi acuático que nos deja en la misma puerta de ingreso.

La propiedad nos recibe con un gran lobby lleno de cuadros, esculturas, y muebles de una antiquísima tradición, que podremos encontrar en todo el edificio, incluyendo esta cuna del año 1791, reconvertida para alojar objetos florales.

Es un palacio aristocrático con vistas que enamoran a cualquier visitante.

Cada rincón es un testimonio vivo de la historia de Venecia y de la pasión por dejar un legado cultura.

Sus más de 90 habitaciones se destacan por su amplitud.

La decoración sobresale con revestimiento de brocado de seda, cortinas imponentes en las ventanas, grandes pantallas LED y, como no podía faltar, café de cortesía de Nespresso.

Los baños son cómodos con una gran diversidad de amenity kits y algunos sobresalen por su tamaño, como el de la suite principal, por la que han pasado reyes, príncipes y celebridades.

Las lámparas son un elemento sensorial más que nos transporta.

En gastronomía se destaca, por un lado, su restaurante Canova, ganador de los premios Fogher d’Oro y Gambero Rosso, que ofrece un ambiente íntimo y acogedor que alberga hasta 65 personas, dando rienda suelta a los sabores italianos.

Y, por otro lado, los desayunos se sirven en el salón principal del primer piso, en una amplitud de estaciones de platos calientes, frutas, pastelería y, hasta un sector para los más chicos.

Indiscutiblemente, Baglioni Luna deja su marca en la hotelería de Venecia convirtiéndose en una opción irresistible.