REVIEW Hotel Kronenhof Pontresina: el encanto de Suiza al máximo nivel

Suiza es un país que no deja de sorprender por su altos estándares en calidad de vida y por sus paisajes que parecen «wallpapers» en vivo. Y en un marco de alpes macizos y bosques de pino a 1800 metros de altura, se encuentra el pequeño poblado de Pontresina, que se destaca por sus bellas y antiguas construcciones, que combinan con nuevas edificaciones de estilo minimalista y contemporáneo.

Pontresina está ubicado a sólo siete kilómetros de St. Moritz, uno de los destinos más reconocidos para los que disfrutan especialmente de los deportes de invierno.

Y en este lugar de encanto, hallamos al Grand Hotel Kronenhof, que fundado en 1848 como la Pensión Rössli, tiene pergaminos de sobra para transmitir la historia de la región, el encanto de la naturaleza y la modernidad del siglo XXI.

Con el correr de los años, el establecimiento pasó por varias renovaciones, siendo la más destacada la de 1898 cuando adoptó su forma de herradura actual y, posteriormente, la de 2007, cuando este tesoro de la arquitectura presentó nuevos interiores en sus habitaciones, convirtiéndose en una de las mejores propuestas de alojamiento y spa de Europa.

Todas las habitaciones y suites, ubicadas en las alas sur y sudoeste tienen vistas panorámicas tanto de las montañas como de los glaciares Corviglia y Rosen.

Y más allá de la categoría, los 112 cuartos ostentan amplios espacios para la comodidad de los huéspedes.

Algunas habitaciones tienen una decoración más contemporánea (con colores claros y abundancia de espejos, siendo muy llamativo el de la puerta del cuarto de baños) mientras que otras combinan tonos dorados y azul, brindándonos un espíritu de verdadera realeza.

El hotel es un gigante en tamaño y en propuestas.

La piscina climatizada con vista a las montañas, es un refugio de relax y de entretenimiento, con un área exclusiva para juegos acuáticos para los niños.

El sector da la bienvenida a un imponente spa con una variedad de opciones, que incluyen masajes, tratamientos, sauna, maquillaje y hasta cama solar, sin dejar de lado un completo fitness center con máquinas TechnoGym para todo tipo de entrenamiento.

Y para los más chicos, el Grand Hotel Kronenhof tiene una selección en la que demuestra cómo cuidarlos y mimarlos. Por un lado, un entretenido kinder para que se diviertan con distintos juegos. Y por otro, la opción Very Important Kids (VIK), un paquete con comidas especiales en un restaurante especialmente decorado.

El establecimiento posee distintas salas y salones para relajarse o hacer reuniones de trabajo, con una gran apuesta a la decoración, que se ve reflejada en cuadros, esculturas, objetos y pianos.

La gastronomía es otro de los puntos fuertes. Y nada mejor que comenzar con los sofisticados y abundantes desayunos que incluyen pastelería, frutas, platos calientes, lácteos, jugos e infusiones.

Con este punto de partida, los huéspedes podemos sentirnos a gusto con tres restaurantes con una variedad culinaria, iniciando por el magnífico Grand Restaurant, degustar una excelente comida gourmet en el Kronenstübli, almorzar en Le Pavillon y, alternativamente, sumergirnos en la fondue suiza o el queso Raclette.

Salir a caminar por el entorno del hotel es un reconforte a los sentidos.

Por eso, para ampliar aún más nuestra experiencia, recibimos como cortesía una tarjeta para usar sin cargo los funiculares y subir hasta lo más alto de los alpes, consiguiendo visuales como esta:

El Grand Hotel Kronenhof Pontresina tiene avales más que suficientes para coronarse como uno de los mejores cinco estrellas de Europa, con una tradición de más de 170 años dedicados a satisfacer a sus visitantes.