Así es Bañado La Estrella: el segundo humedal más grande de Argentina

Teletransportarse en el tiempo es posible en Argentina. Hay un lugar, en el norte del país, en la provincia de Formosa, llamado Bañado La Estrella. Allí, el viajero puede adentrarse en una experiencia inédita: camuflarse entre otros seres vivos y recrear cómo era la vida antes de la llegada del humano y disfrutar del segundo humedal más grande del país.

Este rincón natural, emerge como un verdadero paraíso que espera ser descubierto por los amantes de la aventura y la belleza virgen. Sin dudas, es mucho más que un simple destino turístico; es un santuario de biodiversidad que revela la profunda conexión entre la naturaleza y la vida humana.

El Bañado La Estrella es un humedal de 400.000 hectáreas que alberga una diversidad biológica excepcional. El viajero tiene la oportunidad de sumergirse en un mundo donde las aves dominan el cielo, los reptiles se deslizan sigilosamente y las aguas albergan un ecosistema acuático único.

Entre las aves, el bañado se convierte en un paraíso ornitológico, albergando especies como el majestuoso yacaré overo, el ibis blanco, el tero real y el gallinazo. Las garzas y los patos pintados aportan destellos de color al paisaje, mientras que la imponente nutria gigante del río, una especie en peligro de extinción, se convierte en el símbolo de la conservación exitosa.

Cómo llegar al Bañado La Estrella y qué hacer

Para visitar el lugar, primero deberá arribarse a Las Lomitas, la localidad más cercana, ubicada en el centro de la provincia de Formosa. Se puede llegar en vehículo desde la capital provincial, luego de un viaje de unas tres horas (300 kilómetros).

Una vez en Las Lomitas, puede optarse por contratar un guía desde la ciudad misma o bien seguir viaje hasta Fortín Soledad (60 kilómetros por camino de tierra) y contratar uno allí mismo. Para una visita más relajada, se recomienda la segunda opción.

CONOCEDORES.com® tuvo el privilegio de explorar el Bañado La Estrella en compañía de Carlos Maldonado, uno de los pioneros en prestar servicios turísticos en la zona. Junto a él visitamos este sitio tanto al amanecer como al anochecer, dos momentos en los hay que mayor actividad de la fauna local.

Según explicó Maldonado, el tipo de actividades es flexible según las necesidades de cada visitante. Recorrer el Bañado es solo posible en lancha o piragua, siempre a tracción humana. Los paseos pueden durar lo que el turista desee: incluso hubo casos de grupos que quisieron hacer noche allí mismo.

Vale decir que las diferentes estaciones ofrecen facetas cambiantes de este paraíso natural. Durante la temporada de lluvias, que abarca los meses de noviembre a marzo, el bañado se expande, convirtiéndose en un escenario acuático deslumbrante. Miles de aves migratorias se unen a las residentes, creando un espectáculo alado que pinta los cielos con sus colores y sonidos.

La temporada seca, entre mayo y agosto, permite a los visitantes explorar a pie las islas emergentes y sumergirse en la riqueza del entorno terrestre. Los senderos serpentean a través de densos bosques ribereños, donde se pueden avistar especies de plantas únicas que han evolucionado para sobrevivir en este entorno húmedo y fluctuante.

En resumen, el Bañado La Estrella ofrece a los viajeros la oportunidad de teletransportarse en el tiempo, sumergiéndose en un mundo de biodiversidad y vida silvestre que refleja cómo era la Tierra antes de la influencia humana. Desde las aves majestuosas hasta los reptiles sigilosos, cada rincón de este humedal es una ventana al pasado natural. Los viajeros que se aventuren en el Bañado La Estrella descubrirán un mundo de maravillas biológicas que les recordará la importancia de proteger y valorar nuestro entorno natural.