Así es el nuevo rascacielos en Brasil: uno de los más altos de Latinoamérica

El estudio de arquitectura Königsberger Vannucchi Arquitetos Associados acaba de finalizar las obras del nuevo rascacielos en Brasil, que bajo el nombre de Platina 220 y emplazado en la ciudad de San Pablo, es uno de los más altos de Latinoamérica, aunque bastante por debajo de los que registran las alturas más elevadas.

Platina 220 tiene un diseño en el que resalta un bloque central flanqueado por tres volúmenes más cortos.

Este nuevo rascacielos en Brasil se cumpletó después de ocho años de construcción, como parte de un plan maestro para reconstruir una parte de la ciudad de San Pablo, más precisamente en el barrio de Tatuapé.

Con sus 172 metros de altura y 46 pisos, se convirtió ahora en la torre más alta de San Pablo, aunque está lejos de ser la más alta de Brasil, título que ostenta One Tower con sus 290 metros de altura. Y aún más lejos de Torre Obispado, en México, con sus 305 metros.

«En tonos claros, el bloque prismático central con terrazas y marcos de ventanas dispuestos en diferentes posiciones crea un efecto estimulante de luces y sombras contrastantes», dijo el estudio de arquitectura. «El edificio parece un monolito tallado en el paisaje» agregaron.

En la planta baja, la torre termina en un podio que está hecho de vidrio y acero oscuro con un toldo que se extiende alrededor de las entradas, creando una pasarela cubierta alrededor de la base de la estructura.

El rascacielos fue construido para atraer más intereses comerciales al este de San Pablo.

El socio fundador del estudio, Jorge Königsberger, llegó a comparar el proyecto con un Tangram, un juego chino de origen antiguo, que consiste en formar siluetas de figuras con las piezas dadas sin solaparlas, en una suerte de rompecabezas geométrico.

Königsberger Vannucchi Arquitetos Associados se fundó en 1972 en Brasil y ya completado más de 1000 proyectos.