Dónde ver el eclipse de sol de 2023: de Latinoamérica a Estados Unidos

El eclipse de sol de 2023 será un eclipse anular que será visible desde Estados Unidos hasta gran parte de Latinoamérica y que tendrá lugar el 14 de octubre. Luego, el 8 de abril de 2024 tendrá lugar el Gran Eclipse Solar, que recorre todo el territorio de Estados Unidos, además de regiones de México y Canadá.

¿Dónde ver el eclipse de sol de 2023?

La anularidad, donde el Sol forma un»»anillo de fuego» alrededor de la Luna, es visible a lo largo de un camino estrecho que cruza los Estados Unidos desde Oregón hasta Texas. Luego pasa sobre la península de Yucatán en México, además de partes de Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y Brasil.

En otras partes del continente americano, desde Alaska hasta Argentina, será visible un eclipse parcial.

La imagen a continuación, cortesía del portal especializado timeanddate.com, revela claramente la zona de mayor visibilidad del eclipse solar de 2023, que, como indicamos será un eclipse anular.

Tal como explicaron desde el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina, «al igual que los eclipses totales de Sol, los anulares son fenómenos tan espectaculares como poco frecuentes para un determinado punto de la Tierra (apenas unos pocos por siglo). Y sólo se ven en zonas geográficas muy acotadas».

«Pero a diferencia de los totales, donde la Luna llega a cubrir completamente el disco solar, en los anulares, nuestro satélite deja ver un “anillo” de Sol a su alrededor. Y de ahí su nombre. Por eso, en distintas tradiciones, este tipo fenómenos es conocido como «Anillo de Fuego» (más allá de que el Sol, como todas las estrellas, no es bola de fuego, sino, de puro gas incandescente)».

Consejos para verlo y precauciones

«Los telescopios y binoculares deben usarse con filtros solares (que se pueden adquirir en locales especializados). Otra opción segura (siempre en manos de personas con experiencia) es la técnica de «proyección solar». En pocas palabras, consiste en apuntar un telescopio (o incluso, un binocular) y proyectar directamente la imagen del Sol sobre una pantalla blanca situada a cierta distancia del ocular del instrumento. La observación solar directa (sin filtros, o sin usar la técnica de “proyección”) puede producir daños irreparables a la vista», indicaron desde el Planetario de Buenos Aires.