A 42 kilómetros de la ciudad de Esquel, en el extremo noroeste de Chubut se encuentra el Parque Nacional Los Alerces, un sitio declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, y en el que podremos encontrar el Alerce Patagónico, una de las especies arbóreas más longevas del continente.
El árbol llamado el «Lahuán», de 2600 años, tiene una altura que supera los 57 metros y su tronco cuenta con más de 2,8 metros de diámetro.
Es uno de los grandes atractivos turísticos para los visitantes que ingresan al inmenso parque de 260 mil hectáreas.
Se estima que la razón de su longeva supervivencia, radica en que está enclavado en un territorio de difícil acceso, en el sector más húmedo del Parque Nacional, propiamente en la cordillera; en un área en el que llueven unos cuatro mil milímetros al año, propio del bioma denominado “selva valdiviana”.
Con la creación del Parque Nacional Los Alerces, en 1945, se inició un trabajo de protección global de los ecosistemas montañosos – lacustres de esta región: de especies arbóreas andinas como los coihues, cipreses, radales, maitenes, ñires y lengas; y también de animales autóctonos como el chucao, el carpintero negro patagónico, el cóndor, el pato de los torrentes, el aguilucho y el zorzal patagónico, también algunos mamíferos como el puma, el gato huiña, el monito del monte y el huillín, y por supuesto el monumento nacional El Huemul, completan el paisaje siendo hermosos objetivos de fotografías imperdibles.
Precisamente, por contener un bosque milenario con valor universal excepcional, en 2017 el Parque Nacional Los Alerces fue incorporado como Sitio de Patrimonio Mundial por la Unesco.