Puede ser uno de los lugares más divertidos para los más chicos. Pero, no necesariamente para todos los protagonistas. Los circos con animales son cada vez más prohibidos en el mundo.
Los animales, como tigres, leones, elefantes o monos, son obligados a actuar bajo la amenaza de ser golpeados con látigos, bastones eléctricos o palos.
«Sometidos a golpizas, aislamiento y negligencia, estos animales continuarán languideciendo y sufriendo a manos de los promotores de los circos para hacer dinero mientras las personas continúen asistiendo y pagando entradas», alertaron desde la organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), una de las más reconocidas del mundo en defensa de los animales.
Desde su website, afirmaron: «PETA cree que los animales tienen derechos y merecen tener sus mayores intereses en consideración, independientemente de lo útiles que sean para los humanos. Son capaces de sufrir y tienen interés en dirigir sus propias vidas; ellos no son nuestros para usarlos —como comida, vestimenta, entretenimiento, experimentación, o por cualquier otra razón—».
Conscientes de la situación, varios países prohibieron circos con animales. Ellos son:
Austria, Bélgica, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Chipre, Colombia, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Escocia, Estonia, Eslovenia, Finlandia, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, India, Inglaterra, Irán, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Líbano, Macedonia, Malta, México, Noruega, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal, República Checa, Rumania, Serbia, Singapur, Suecia, Taiwán.
En Argentina, hay regulaciones en determinadas ciudades, pero no hay una prohibición general por ley en todo el territorio.