Lo nuevo en Londres: la Catedral de St. Paul se renueva

Es una de las ciudades del mundo favoritas de los turistas, llena de atractivos para los fanáticos de la historia, la cultura y los museos. Es como que una parte del patrimonio de Europa se encuentra en cada una de sus calles. Y ahora, uno de los nuevos atractivos en Londres, será la renovación de la Catedral de St. Paul o San Pablo.

La catedral se someterá a una serie de pruebas de iluminación mientras las autoridades de la ciudad avanzan con sus planes para mostrar la arquitectura icónica del edificio después del anochecer, y mostrar todo su belleza, en cualquier momento del día.

Las autoridades reemplazarán la iluminación que data de la década del 80 del famoso monumento, con un nuevo sistema LED, que también prevé que genere ahorros de energía y menos contaminación.

Una característica clave del horizonte de Londres, la Catedral de St. Paul es visible hasta Richmond Park durante el día y es uno de los edificios de la capital para disfrutar de vistas protegidas. Sin embargo, corre el riesgo de desaparecer casi por completo por la noche, en parte debido a cambios como los que se produjeron alrededor de Paternoster Square, que requirieron la eliminación de algunas de las lámparas originales de los años 80.

La antigüedad de la iluminación actual, instalada en 1989, también planteó problemas como el elevado consumo de energía, la contaminación lumínica y los riesgos para la salud y la seguridad.

La nueva iluminación, cuyo concepto fue producido por Speirs Major Light Architecture, tiene como objetivo crear un «lavado de luz cálido» que iluminará las características clave del edificio, haciéndolas visibles desde lejos.

Para enero están previstas pruebas de posibles nuevas luces, que iluminarán parte del Pórtico Oeste y el Peristilo, una parte del Campanario y la sección Sur de la Cúpula. Luego se presentará un informe a las autoridades y se espera que se apruebe el inicio de los trabajos a principios de 2025.

La catedral se encuentra en Ludgate Hill, el punto más alto de la ciudad, fue  diseñada en estilo barroco inglés y construida entre 1676 y 1710.

Es uno de los más famosos y más reconocibles lugares de interés de Londres. Su cúpula, enmarcada por las dos torres de la fachada principal, domina el horizonte de la ciudad desde hace 300 años, y con sus 111 metros de altura, fue el edificio más alto de Londres desde 1710 hasta 1962.