San Nicolás de los Arroyos es una de esas ciudades argentinas que logra combinar la fe religiosa, con la aparición de la virgen que lleva su nombre, con paisajes naturales de barrancas e islas, a la ribera del poderoso Río Paraná. Pero además, esta urbe bonaerense logra destacarse por albergar a un histórico edificio que con su construcción inicial marcó una era en el sector del turismo: el Hotel Colonial San Nicolás.
Construido por orden del Gobierno de la Nación, fue inaugurado el 31 de marzo de 1957, perteneciendo al Estado hasta 1992. Luego, un grupo de empresarios nacionales se hizo cargo del edificio, y tras un arduo proceso de restauración, reabrió sus puertas el 31 de marzo de 2001.
Todos los materiales que se utilizaron para su construcción fueron traídos de distintos lugares del planeta.
El hotel está distribuido en dos cascos. El principal, que agrupa el mayor número de habitaciones y sus restaurantes, gimnasio, sector de juegos para chicos y salones para eventos, entre los más elegidos de la región.
Y otro más pequeño, que comenzó a reconstruirse en 2006, en el que se levantaron 34 habitaciones en suites, con un look & feel más contemporáneo.
En total, el Hotel Colonial San Nicolás ostenta más de 100 habitaciones, con una variedad de amenidades que sorprenden por su estilo único.
Podemos mencionar su parque de 5,5 hectáreas, en el que sobresalen una especies arbóreas que representan cada una de las provincias de Argentina. Su piscina de verano, con solarium, que posee una capacidad de 900 mil litros. Históricamente, tenía un gran trampolín que permitía aprovechar sus originales seis metros de profundidad.
Su baño romano a 36 grados es sinónimos de relax, como su spa Salus Per Aquam, con distintos tratamientos para masajes (stretch, reflexología, californiano, tailandés, de piedras calientes), de belleza facial y corporal (exfoliación, fango facial / corporal, drenaje linfático) o hidroterapias (ducha finlandesa, escocesa, brasileña), por nombrar algunos.
Para la recreación, también se suman canchas de tenis, fútbol, voley y golf, como así también un mini zoológico con faisanes, pavos reales, llamas y cabras.
En propuestas gastronómica se destacan el Lobby Bar para tragos, comidas livianas y excelentes meriendas.
Y su restaurante Los Nogales, que combinando cocina francesa, italiana y española, es el elegido para desayunos, almuerzos y cenas.
Una de sus habitaciones más renombradas por su historia, es la número 128, que durante muchos años, sólo pudo ser utilizada por presidentes y grandes celebridades.
Los cuartos son amplios, con vistas hacia el frente de la propiedad y al Golf Club o hacia el parque central.
La propiedad está llena de pequeños (y grandes) objetos históricos, como este bus, que refuerzan su carácter colonial.
A menos de una hora de Rosario y poco más de 90 minutos de Buenos Aires, el Hotel Colonial San Nicolás es una opción especial e ideal, para los que buscan un espacio de naturaleza, distensión, entretenimiento e historia.