La ciudad de El Calafate ganó en las últimas décadas una gran notoriedad, de la mano de las inversiones que permitieron incrementar considerablemente el número de turistas que llegan allí en gran parte del año, fundamentalmente para visitar el glaciar Perito Moreno.
La pavimentación de la Ruta 40 primero y la construcción de un aeropuerto internacional después, hicieron que este destino de la Patagonia comience a recibir importantes desembolsos en materia de infraestructura hotelera.
Así, aquellos que busquen opciones para el descanso entre excursión y excursión encuentran en El Calafate una de las ofertas más completas de la región. Por caso, la ciudad de El Chaltén -el otro destino con el que se combina la visita- tiene sólo un alojamiento de nivel superior.
El Hotel Rochester Calafate ofrece en este sentido una combinación exacta entre la prestación de servicios, precio y ubicación, una variable fundamental para no tener grandes esperas.
Si bien parecería una cuestión menor, todas las excursiones se realizan a bordo de colectivos o mini buses que van recolectando a los diversos pasajeros por sus distintos alojamientos. Al estar ubicado sobre el final del casco urbano de la ciudad, sus huéspedes siempre son los últimos en ser recogidos y los primeros en regresar, gozando de mayor tiempo libre que el resto.
Efectivamente, el lugar está ubicado sobre la Avenida del Libertador al 3.600, alejado del bullicio del centro y en contacto directo con el Lago Argentino, más precisamente sobre la Bahía Redonda del mismo.
Las vistas de este espejo de agua pueden apreciarse desde prácticamente cualquier sitio dentro del hotel, ya sea en el lobby, en los restaurantes o las habitaciones. O bien incluso desde el parque de 10.000 metros cuadrados que tiene a disposición para sus residentes.
Como las excursiones suelen llevar prácticamente toda la jornada, un buen descanso en el hotel resulta una condición necesaria para poder afrontar las siguientes jornadas. Las habitaciones cumplen con todo lo necesario para que ello no sea una preocupación.
Todas las unidades cuentan con camas sommier, escritorios, mini bar, TV con cable, climatización y cofres de seguridad. La única diferencia estriba en que están aquellas que dan hacia el Lago Argentino y otras hacia los cerros que protegen a la ciudad.
El hotel cuenta por supuesto con espacios para disfrutar la mejor gastronomía. En el bar cercano al lobby se sirven tapas y bandejeos acompañados de la mejor coctelería.
El restaurante, en tanto, es el lugar donde se sirve el completo desayuno todas las mañanas, con opciones tradicionales argentinas o adaptadas para aquellos visitantes que gustan más de las opciones saladas.
Un servicio diferencial que se ofrece es un transfer hasta el centro de la ciudad (distante una media hora a pie), con diversos horarios durante la tarde noche. En tanto, también está disponible el traslado al aeropuerto, aunque ello conlleva un cargo extra.
En resumen, el hotel Rochester Calafate tiene todo lo que el turista necesita para que su visita a la ciudad de El Calafate sea tan inolvidable como los recuerdos que quedarán en las retiras tras el paso por el imponente glaciar Perito Moreno.