Desde lo alto de Los Ángeles, West Hollywood nos brinda una sensación especial de la Costa Oeste, con su panorámicas de película. Y el hotel boutique Mondrian LA supo aprovechar desde su concepción su ubicación, permitiendo que los huéspedes podamos disfrutar de esas visuales desde una gran parte de las habitaciones como así también desde su Skybar Lounge, rodeado por su elegante piscina y reposeras, mesas decoradas con diversión y un trabajo cuidado en la iluminación.
Construido como un bloque de departamentos en la década del 50, esta torre se convirtió en un hotel por el empresario Ian Schrager y el diseñador Philippe Starck a mediados de los años 90, e inmediatamente logró imponerse como uno de los lugares más populares.
Y si hay un punto en el que Mondrian logra sobresalir, además de su ubicación, es en su decoración.
Reconcebido en 2008 por el diseñador neoyorquino Benjamín Noriega-Ortiz en 2008 (quien mejoró sensiblemente el diseño original de Starck en lugar de eliminarlo por completo), el interior del hotel está pensado para tener un efecto de espejo, en cada uno de los ambientes.
Por eso, a la arquitectura clásica que podemos encontrar en Los Ángeles, los responsables del establecimiento renovaron el hall de ingreso con tonos claros y morados, con muebles a medida y detalles que sobresalen.
Lo mismo ocurre al llegar a las habitaciones. Desde lámparas y candelabros que son un verdadero sueño para cualquier decorador, se suman elegantes sofás y sugerentes espejos giratorios que esconden una pantalla de televisión.
Como no podía faltar en LA, el hotel cuenta con un Fitness Center, mientras que la piscina es más que un lugar de encuentro. Es el puntapié de fiestas especiales con DJs, a la que nadie quiere faltar.
Alojarse en Mondrian LA es estar a minutos de algunos atractivos imperdibles de la Costa Oeste, como Santa Mónica (a 30 minutos manejando), Rodeo Drive o el Museo Getty, que maravillará a más de uno, no sólo por sus exhibiciones en el interior, sino por su fascinante exterior.
Por eso, y mucho más, Mondrian West Hollywood nos permite sentir el espíritu de Los Ángeles, a pleno.