Los amantes de la aurora boreal, el sauna y Papá Noel no encontrarán difícil saber que en 2019, Finlandia fue elegido una vez más como el país más feliz del mundo para vivir. Finlandia encabeza el Informe Mundial de la Felicidad, donde se evalúa a 156 países según el nivel de felicidad de su población, basándose en factores como la libertad, la honestidad, el bienestar, la salud y la generosidad.
En #Conocedores, repasamos cinco experiencias para sentirse un auténtico finlandés:
1. Saunas
No hay nada más finlandés que el sauna. Es una parte tan importante de la cultura finlandesa que no se puede comparar con ninguna otra cosa. Para los finlandeses, es un imprescindible visitar uno regularmente, y si pasan demasiado tiempo sin sauna, comenzarán a sentirse incompletos.
2. Bosques
El bosque tiene una magia especial y el alma finlandesa siempre ha estado vinculada a él. El color verde es relajante; el suave crujido de las hojas y las agujas de pino es una especia de música. Los finlandeses se sienten bien en el bosque, porque brinda protección y paz.
3. Nadar en un agujero de hielo
Por raro que parezca, nadar en agua helada hace sentir realmente bien. Es muy sencillo: el secreto de sumergirse en agua helada reside en la sensación que experimenta el cuerpo una vez que se sale de ella. Tan pronto como se está de vuelta en tierra firme, la circulación entra en acción y el cuerpo comienza a calentarse.
4. Recolectar bayas
La recolección de bayas es algo que casi todos los finlandeses hacen, independientemente de su edad. Vagar por el bosque, sumido en los pensamientos, llenando la cesta de arándanos es un tipo de terapia para el alma.
5. Disfrutar de la magia de las auroras boreales
Los contrastes son un factor clave del encanto de Finlandia, donde la luz del sol durante las 24 horas del día en verano reemplaza los días oscuros de invierno y la aurora boreal. El verano en Finlandia es una época del año espectacular. Para aquellos que se aventuran al norte del Círculo Polar Ártico, el sol no se pone en absoluto de mayo a agosto, lo que hace que se pueda disfrutar de un día de verano de tres meses de duración. Durante el invierno, la aurora boreal brilla una cada dos noches entre septiembre y marzo.