Hay hoteles que por su sólo nombre, uno sabe que al llegar al destino todo funcionará de maravillas. Ese es, sin dudas, el caso del Park Hyatt Melbourne, un establecimiento que supera las expectativas y hace aún más vivible, una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo.
Su ubicación es realmente privilegiada.
Frente al Parlamento y los Jardines Fitzroy hacia un lado, y la catedral St. Patrick, hacia el otro, su localización es asombrosa.
Si bien está a doscientos metros del centro de la city, la armonía que generan la vegetación, los jardines y el propio parque del hotel, hacen que se viva un ambiente de completa calma, mientras desde nuestra habitación, contemplamos el landscape de la segunda urbe más importante de Australia.
El hotel, construido en 1999, cuenta con una imponente estilo arquitectónico que se asemeja a las majestuosas casonas del siglo XVIII, con un largo ingreso principal lleno de flores y plantas.
El lobby destaca por sus pisos de mármol, su techo en forma ovalo.
Los colores cálidos con paneles de madera y muebles art déco, forman parte de la decoración de las 240 habitaciones y suites, que se encuentran entre las más grandes que uno puede encontrar en la ciudad. Y ese, vaya que es un plus.
Todas cuentan con vestidores, camas extra grandes y baños de mármol italiano. Y algunas de ellas, con bañera con hidromasajes.
El diseño arquitectónico y la distribución de los muebles y los espacios, hacen que el nivel de confort alcance los diez puntos.
Y no podemos olvidar los amplios ventanales de piso a techo, para tener a Melbourne siempre como protagonista pleno de nuestra experiencia.
Uno de los espacios que llama la atención por su distribución es el restaurante Radii, diseñado en distintos niveles de altura, con una cocina abierta, y una propuesta gastronómica plena con desayunos super completos gracias a sus distintas estaciones de platos fríos, calientes, dulce y salados.
El spa cuenta con una piscina cubierta climatizada de color aguamarina, spa, sauna y un gimnasio para actividades de entrenamiento de musculación, funcional y aeróbico.
El refinamiento y el lujo se pueden ver en cada detalle, tanto en la construcción como en la decoración general de los espacios comunes y habitaciones.
Y la amabilidad es también una parte reconocible de la marca Park Hyatt.
Como dato de color, el hotel tiene una mascota (en este caso llamado Mr. Walker), lo que de la un toque aún más amigable a un establecimiento que tiene todo para ser -sin dudas- uno de los mejores de Australia.
(Consejo extra. No dejen de visitar Meyers Place uno de los laneways más atractivos de la ciudad, a sólo 300 metros del hotel).