Esta semana se dio a conocer el diseño ganador elegido para construir el nuevo aeropuerto de Chicago, que quedó en manos del estudio ORD, que venció a otros pesos pesados de la arquitectura como Foster + Partners o Santiago Calatrava.
La propuesta ganadora presenta la confluencia de tres brazos, con un óculo central que recibe a los viajeros bajo un inmenso tragaluz de vidrio de seis puntas, cuya geometría hace referencia a la bandera de la ciudad.
Como todos los nuevos aeropuertos del mundo, el diseño privilegia los grandes espacios para una mayor fluidez de los pasajeros, como así también gigantes aéreas verdes.
Cuando se lo ve desde arriba, el edificio recibe a los visitantes con un ícono reconocible de Chicago: el «símbolo Y» de la ciudad que representa el río homónimo.
El techo con vigas de acero de gran envergadura está revestido de madera y maximiza la luz natural y la eficiencia energética.
El mezzanine, que culmina en un espectacular mirador, ofrece amplias vistas del aeródromo.
La nueva Terminal Global O’Hare, con más de 200 mil metros cuadrados, duplicará con creces el espacio de la Terminal 2 en el aeropuerto y contará con puertas adicionales, salas de espera, nuevos sistemas de equipaje y mejor control de seguridad. Permitirá que los viajeros se desplacen sin problemas entre los vuelos nacionales e internacionales en O’Hare.
Se espera que el nuevo aeropuerto comience a construirse en 2023.