REVIEW Ni Euphoria o Succession: Hacks es la mejor serie de HBO Max

Hay muchas razones por las que Hacks es la mejor serie de HBO Max y no sólo porque ganara una gran cantidad de premios, incluyendo Mejor Serie de Comedia y Mejor Actriz en Serie de Comedia en los Globos de Oro, o tres premios Emmy o dos galardones de Hollywood Critics Association TV Awards, entre otras nominaciones y reconocimientos.

Hacks es la mejor serie de HBO Max, mucho más que las hiper promocionadas «Euphoria», «And Just Like That» o «Succession», porque es divertida, es irónica, tiene actuaciones brillantes, especialmente la de Jean Smart (wow), sabe como hacer chistes sin querer ser políticamente correcta, y, al mismo tiempo, es políticamente correcta, pudiendo mostrar las diferencias generacionales de pensamiento entre el antes y el después del #metoo, pero sin ser pretenciosa (ni engañosa) al respecto.

Hollywood y más allá, está plagado de guiones en donde lo «aparentemente» políticamente correcto convirtió a películas, series, canales y plataformas, en historias melodramáticas imposibles de mirar. Sólo basta con ver la taquilla y ver qué películas fueron las que funcionaron durante 2021 y cuáles no. Y hay una razón básica: el público, la audiencia, los televidentes, los espectadores, cualquiera sea el nombre que le pongamos, queremos divertirnos y emocionarnos. Y fundamentalmente, después de dos años de la mayor pandemia que haya vivido la Humanidad en tiempos contemporáneos y todo lo que ello conllevó.

«El contenido es rey, pero el contexto es Dios». Y en un contexto de distopía, necesitamos contenidos que nos lleguen al alma.

Hacks tiene mucho de los guiños de las series que veíamos en los 90 o a principios de 2000, pero que misteriosamente desaparecieron.

La serie cuenta la historia de dos mujeres que viven dentro del mundo del espectáculo pero que son completamente opuestas: edad, trayectoria e ideología. No tienen nada en común, excepto… el humor.

Jean Smart hace el papel de Deborah Vance una histórica diva de la comedia del stand-up que trabaja en un casino de Las Vegas, como una de las figuras más importantes del país. Hannah Einbinde es Ava, una escritora de la Generación Z que entró en desgracia tras hacer un chiste «políticamente incorrecto» en Twitter y nadie la quiere contratar.

Deborah está a punto de llegar a los 2.500 shows, pero buscando a un público más joven, el dueño del casino, quiere quitarle algunas fechas para darle lugar a un espectáculo de los Pentatonix, el grupo musical ganador de la tercera temporada de The Sing-Off.

(Un paréntesis enorme. Aquí hay algo bastante interesante para desarrollar, pero lo resumiremos. Así como en la televisión tradicional, los programadores buscan Instagrammers o YouTubers para mostrarse renovados, lo mismo sucede en otros ámbitos. Hay una suerte de vagancia, ostracismo y desconocimiento de la industria en general en pensar así, y no sólo en la del espectáculo. El público de Instagram, es de Instagram. Así como el público de TikTok es de TikTok…. o el de YouTube, de YouTube. Hay, puntos en común y un tangencional -y obvio- crossover entre ellos, pero… buscar la renovación en Instagram o TikTok no es la solución. Y viendo con desesperación como las personas consumen miles de horas viendo historias de desconocidos en las redes sociales, se buscan respuestas en un lugar que no las tiene. Cerramos paréntesis.)

Entonces, el representante de Deborah, que también trabaja con Ava, decide unirlas, sin que ellas sepan que ninguna quiere trabajar con la otra. Cuando se conocen, la única química que existe entre ellas, es la que provocaría una explosión. Los insultos de una hacia la otra lejos de alejarlas las une y comienzan a formar una relación de un particular respetuo muto.

Aquí es donde Ava con su juventud y fresca perspectiva de la vida y de estos tiempos, le enseña a Deborah varias cosas. Y, al mismo tiempo, la gran diva le inculca a Ava la importancia de la resiliencia y del trabajo arduo.

En una parte del segundo capítulo, Ava se queja del trato duro que Deborah tiene con ella, a lo que la diva le responde:

«¿Crees que esto es difícil? No sabes lo que es difícil. Te descubrieron en Internet a los 20 años. Tuviste suerte. Y no basta con ser buena. Buena es lo mínimo. Es la línea de base. Tienes que ser mucho más que buena. E incluso si eres genial y afortunada, tienes que trabajar realmente duro. E incluso, eso no es suficiente. Y no mejora. Sólo se pone más difícil. Así que no digas que te hago la vida difícil. Ni siquiera sabes lo que eso significa».

Hacks dice mucho sobre el mundo en el que vivimos. Sin caer en lugares comunes, es realmente una serie con perspectiva de género, integradora para todos, incluso para quienes no piensan lo mismo. Que de eso se trata: de respetarnos aún no pensando igual.

Tiene la gracia de reirse de uno mismo, sin hacer un melodrama de eso, así como lo hiciera la precursora «Will & Grace».

Hacks es la mejor serie de HBO Max por muchas razones. Porque además de divertirnos y emocionarnos, está adelantada a su tiempo. Mientras otros buscan forzadamente parecer políticamente correctos, Hacks está años por delante.

Con una primera temporada de diez capítulos de 30 minutos de duración cada uno, que pasan volando, HBO Max ya confirmó la segunda, de esperemos, muchas temporadas.