Mi opinión sobre Ben Affleck cambió, para bien, en 2012 cuando llevó a la pantalla grande la historia de “Argo”, en la que no sólo se lució como actor sino también como director.
Sin llegar a ser “Argo”, “El Contador” nos trae una historia bien contada en la que no sobra ninguna escena, las actuaciones fueron bien ejecutadas al igual que la fotografía y dirección.
En el personaje de Christian Wolff, Ben Affleck, combina una doble personalidad: la de un contador con autismo y la de un asesino letal.
La película comienza mostrando a Wolff en su niñez y cómo sus padres intentaron hacer frente a su condición. Pero lo que podría resultar tedioso aquí logró un tempo perfecto, volviéndonos al presente, al del hombre maduro.
Como genio matemático, el contador trabaja para algunos de los criminales más peligrosos del mundo, ayudándolos a lavar dinero. Y luego, es contratado para descubrir un faltante de dinero en una compañía especializada en robótica.
Mientras, una agente del Departamento del Tesoro, es forzada por su jefe a descubrir la verdadera identidad de Wolff y encontrarlo como única opción.
“El Contador” es una de las sorpresas del año. Un thriller con más acción de la que uno podría esperar, sin dejar de lado la historia del autismo y las dificultades que deben enfrentar las personas que ven el mundo de una forma diferente.