El PreCheck del aeropuerto de Miami no funciona

La personas que poseen PreCheck, el programa de viajeros confiables que permite a miembros seleccionados recibir una chequeo acelerado de seguridad para vuelos nacionales e internacionales, y quieran usarlo en el aeropuerto de Miami no podrán utilizarlo como en un aeropuerto normal. De hecho, MIA es uno de las peores terminales de Estados Unidos, en donde todo funciona mal: desde escaleras mecánicas a ascensores fuera de servicio, a la falta de una oferta de compras como debería tener una de las estaciones de entrada más importantes del país. ¿Por qué el PreCheck del aeropuerto de Miami no funciona?

Dependiendo en la terminal en la que uno tenga que hacer seguridad, no existe una línea de seguridad específica para PreCheck. Los pasajeros con el sello TSA PreCheck en su ticket, pueden ingresar por una fila más rápida para escanear su pasaporte, pero deben compartir el mismo sector de revisión de equipaje con el resto de los viajeros.

Para ello, y como forma diferencial, se le otorga al pasajero PreCheck una tarjeta impresa que debe mostrar al equipo de seguridad. Algunas ventajas permanecen, como no tener que sacarse ni los zapatos, ni un abrigo o retirar las computadoras o tabletas del equipaje, pero…

En nuestra última experiencia el 19 de noviembre, debimos esperar más de 15 minutos, ya que el personal de TSA estaba realizando un entrenamiento. Por tal motivo, cada carry-on, mochila o bolso, era escaneado con una rigurosidad inusual.

Delante nuestro, se encontraba una pareja que llevaba varios carry-on, excesivamente cargados, y las tres maletas pasaron a un control manual. Eso llevó aproximadamente 15 minutos.

Luego, quedó nuestro carry-on que llevaba una cámara fotográfica, una lenta, algunos cables, un par de lentes y una bufanda. Como dato de color, es la misma cámara fotográfica que usamos hace 10 años y pasó por los mismos controles de Estados Unidos decenas de veces.

Nuestro carry-on también fue apartado para un escaneo manual, ya que en la sesión de entrenamiento al personal, algo que era habitual como una cámara de fotos, no era distinguido por el nuevo equipo.

El problema es que al no haber una fila específica para PreCheck, debimos esperar los 15 minutos del exhaustivo control de los carry-on de los pasajeros anteriores, y luego, llegó nuestro turno de revisión de mi equipaje, que no tenía nada más extraño que lo explicado.

Miami es una ciudad que no para de crecer. Pero su aeropuerto en general, y los controles de PreCheck en particular, son una vergüenza para los viajeros y para la imagen de Estados Unidos.

Falta de logística, entrenamiento del personal en un lugar que no corresponde, carencia de una fila específica de PreCheck, y displicencia por el pasajero que paga por el servicio de PreCheck, porque es un servicio pago.

Así que si van a usar el PreCheck del aeropuerto de Miami, ojalá tengan mejor suerte. Aunque, no debería ser una cuestión de azar, sino de profesionalismo y responsabilidad de TSA y de las autoridades del aeropuerto, que no brindan el lugar físico ideal para que las operaciones se realicen como corresponde.