Oheka Castle: cómo es alojarse en un castillo en Nueva York

A 40 minutos de Manhattan, más precisamente en Huntington, se levanta una maravilla de la arquitectura que nos hace sentir como si no estuviéramos en Estados Unidos, y hubiéramos hecho un viaje a Europa. Para los que buscan una experiencia realmente diferente, Oheka Castle, es un castillo en el que los viajeros pueden alojarse, organizar una boda o un evento con gran estilo.

Esta impresionante mansión del estilo château es hoy un hotel y centro de eventos que transporta a sus visitantes a la opulencia de la Edad Dorada (Gilded Age).

Fue construido entre 1914 y 1919 como residencia del financiero y filántropo Otto Hermann Kahn, y su nombre, OHEKA, surge de las iniciales de su creador.

Con más de 10.100 metros cuadrados es la segunda residencia privada más grande Estados Unidos.

Durante los años 20, Kahn organizó fiestas deslumbrantes con grandes celebridades, dignatarios y aristócratas. Se supone que su vida inspiró a F. Scott Fitzgerald para El Gran Gatsby.

Tras la muerte de Kahn en 1934, la mansión tuvo múltiples destinos: desde una escuela militar hasta una escuela estatal. En 1984, el desarrollador Gary Melius compró la propiedad y realizó una restauración valorada en 40 millones de dólares, devolviendo Oheka a su esplendor

Actualmente, Oheka forma parte del National Register of Historic Places (2004) y del programa Historic Hotels of America. Cuenta con 32 habitaciones y suites, además de un bar, restaurante y salones de eventos.

El castillo se levanta sobre la colina más alta de Long Island, rodeado por 9 hectáreas de jardines. Exuberantes terrazas, fuentes, piscinas ornamentales, invernaderos, canchas de tenis y un campo de golf de 18 hoyos complementan un entorno que combina estilo europeo refinado y diseño paisajístico clásico .

Según resumió Norberto Sica, fundador de CONOCEDORES.com®, la estancia en Oheka “redefine el concepto de dónde alojarse en Nueva York, transportándonos en tiempo y espacio”.