¿Qué hacer en otoño en Japón? ¿Es la mejor temporada para viajar?

El país oriental es un destino maravilloso lleno de paisajes, gastronomía, historia y una cultura milenaria que atrae a los turistas de todo el mundo. Y una pregunta de los viajeros, es cuál es la mejor temporada para conocer este fantástico territorio. Empecemos por desentrañar qué hacer en otoño en Japón.

A medida que el verano deja paso al otoño en Japón, las temperaturas descienden y el ambiente resulta mucho más agradable para disfrutar de un paseo al aire libre. Desde mediados de noviembre hasta principios de diciembre, el clima es más fresco y los árboles se cubren con un manto cromático sorprendente de hojas ocres, naranjas y rojas que marcan el inicio de una temporada atractiva para viajar a Japón.

Durante el otoño en Japón, la humedad cae y las temperaturas descienden. Aunque el clima es a menudo agradable, es conveniente llevar capas de abrigo adicionales para la noche.

A medida que el calor del verano se desvanece y el otoño hace su aparición, los densos bosques de Japón empiezan a cubrirse de tonos ocres, rojos y naranjas. Los parques y jardines tradicionales muestran este cromatismo otoñal, lo que atrae a grandes multitudes impacientes por ver las hojas matizando el paisaje.

Para los que están Tokio, nada mejor que aprovechar y visitar el jardín Rikugien, un tradicional jardín japonés que muestra unas espectaculares tonalidades en otoño.

Tampoco hay que perderse el paisaje nocturno en el lago Kawaguchiko, a los pies del monte Fuji, y disfrutar de su imagen reflejada en las calmadas aguas del lago, cuyos márgenes al igual que las laderas se tapizan de árboles de tonos rojizos.

Kioto es un destino perfecto para contemplar las hojas de otoño, a la vez que visitar alguno de los innumerables jardines, santuarios y templos conocidos en todo el mundo, como el de Kiyomizudera, con una vista espectacular de la temporada.

Más para hacer en otoño en Japón

Los matices de colores y la agradable temperatura hacen que el otoño sea la época ideal para celebrar todo tipo de festivales y eventos. Sea cual sea el destino en el país, el viajero se encontrará con muchas fiestas populares de gran arraigo que mantienen la historia y las tradiciones desde hace siglos.

Un festival famoso durante esta época es el Festival Nagasaki Kunchi; una celebración de la cosecha de otoño, que se cree que tuvo sus orígenes en el año 1634. Se organiza cada octubre y muestra, además, la influencia europea de la zona marcada por la presencia de mercaderes holandeses en las costas de Nagasaki en el siglo XVII. El festival es un ir y venir de procesiones con carrozas mikoshi, bailes de dragones —de influencia china— y ceremonias de origen holandés.

Avanzado el mes de octubre, los residentes de Kioto celebran el Jidai Matsuri, un importante festival de la ciudad, que conmemora tanto la fundación del santuario Heian Jingu, como el 1100 aniversario del traslado de la capital a Heian (la actual Kyoto), con una enorme procesión de altares portátiles mikoshi, gente vestida de samurái y actuaciones de música popular. El desfile acaba en el santuario Heian Jingu , donde los festejos continúan.

Iluminación resplandeciente

El otoño también es la época de los alumbrados, que iluminan los paseos de todos los rincones del país para el disfrute de familias y parejas.

Para los que están en Tokio a mediados de noviembre o a principios de diciembre, no hay que perderse la iluminación del jardín Rikugien al caer la noche. Las luces están dispuestas para ofrecer un paisaje sereno, matizando los colores de los arces rojos japoneses y de los árboles otoñales.

En la isla Kyushu, al sur del archipiélago, se celebra el Reino de las Luces, un espectacular despliegue de luz que ilumina el parque holandés Huis Ten Bosch, y donde se puede disfrutar tanto de iluminaciones regulares como estacionales durante todo el año.

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