¿Qué hacer en un viaje por la isla de San Andrés en Colombia?

La isla de San Andrés, en Colombia, tiene grandes propuestas relajantes y divertidas, gracias a las buenas condiciones climáticas que acompañan a esta zona del país, con un mar que gracias a su riqueza marina es habitualmente llamado «El Mar de los Siete Colores».

La isla cuenta con más de 40 playas en las que se puede disfrutar al máximo de las tibias aguas y la brisa del mar Caribe. Una de ellas es Spratt Bight, considerada como la más hermosa de todo San Andrés, no solo por su gran extensión, sino también por sus arenas blancas y sus aguas cristalinas.

Tampoco hay que dejar de visitar Cocoplum Bay, que ofrece un magnífico contraste entre el turquesa del agua de mar y el poderoso verde de los bosques de cocoteras que engalanan esta playa.

Y para confirmar la hermosura, pero también la diversidad de las playas sanandresanas, están Rocky Cay, cuyos suelos rocosos la convierten en un paisaje único, y Playa Charquitos, que tiene aguas muy tranquilas gracias a la extensa barrera coralina que la protege.

En todas estas playas, se puede disfrutar del sosiego que ofrece el precioso paisaje del Caribe mientras se contempla la belleza del paisaje.

También es posible lanzarse a la aventura para practicar diferentes deportes acuáticos en la isla, como el surf, para el cual resultan ideales las altas olas que arriban a Sound Bay.

También, es altamente recomendable bucear en las aguas cristalinas de San Andrés, pues esta actividad permite descubrir la abundante vida que habita bajo el agua.

Allí, se encontrarán peces de múltiples colores, corales, langostas, mantarrayas y cangrejos, entre otras especies que llenan de vida y movimiento el mundo submarino.

Pero, además de la increíble belleza natural de las playas y de las aguas del mar Caribe, algo que también caracteriza a San Andrés, es la impresionante riqueza cultural de la isla, pues en tiempos coloniales fue habitada por holandeses, españoles, ingleses y africanos.

Esta riqueza cultural se traduce también en platos que obedecen a numerosas influencias y que están preparados con peces de la región y frutos tropicales, como la sopa marinera y las fish balls, albóndigas de pescado que son auténticos manjares.